Como después de cada clásico, analizamos individualmente a los jugadores del Rojo.
Gabriel Vallés: prolijo, sin descuidar la marca, hizo su presentación con solvencia. En el primer tiempo se proyectó algo, en el segundo no pasó al ataque. Correcto.
Leonel Galeano: jugó con sobriedad en la primera parte, cometió un error grosero en el segundo tiempo que pudo haber costado caro.
Eduardo Tuzzio: fue de menor a mayor, con dudas e imprecisiones, pero mejoró y terminó sacando sin pudores.
Lucas Mareque: muy buen primer tiempo, proyectándose por su lateral y bajando a cubrir. En la segunda parte su tarea, como la del resto del equipo, se diluyó.
Walter Busse: otro que mejoró con el transcurso de los minutos, terminó colaborando mucho en defensa.
Walter Acevedo: debe ser el motor del medio y hace un par de partidos que viene flojo, y se nota. Salió en la segunda parte con una molestia.
Hernán Fredes: supo revertir la mala imagen dejada ante Vélez. Más entrega y juego, pero lejos de convencer como titular.

Ignacio Piatti: gran arranque, lujos, toque y coherencia en el manejo de la pelota. Le falta un socio, y ser constante en los 90 minutos. El mejor del Rojo.
Darío Gandín: las peleó todas, luchó y pidió siempre. Participó en la jugada del penal y se encargó de convertirlo.
Andrés Silvera: en silencio, el Cuqui es el faro Rojo en el área. Tuvo tres en la primera parte y no pudo aprovechar ninguna, no era su tarde.
Patricio Rodríguez: Gallego lo hizo entrar para explotar el hombre de más, pero no pudo concretar ningún avance y terminó expulsado sobre la hora. "Sigue siendo Patito" fue el comentario general.
Leandro Gracián: pocos minutos para el ex Boca, hubiera sido interesante verlo tocar más con Piatti.
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