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Mañana, Independiente hará el reestreno de su estadio frente a Colón; la obra sufrió los coletazos de la crisis y se excedió en el presupuesto.

La mirada es una ventana por la que se expresa la historia. Situada en lo más alto de la tribuna, la vista del hincha de Independiente, nublada de emoción, recuerda con nostalgia los goles de Erico, las maravillas de Bochini y las epopeyas de aquel glorioso equipo que supo conquistar América en varias ocasiones. Más ahora que el progreso dejó su huella en el estadio de los Rojos, remodelado con un estilo europeo, más acorde con los latidos de la modernidad.

El Libertadores de América luce renovado e impecable, aun cuando se observan escombros y una obra sin terminar que parece eterna, en sintonía con los coletazos económicos de una crisis inevitable. Pero lo cierto es que Independiente volverá mañana a su casa, en el partido frente a Colón, después de haber peregrinado como huésped en racing, Quilmes, Huracán y Lanús.

El recorrido hacia la calidez de su hogar se les hizo empinado a los Rojos. Retrasos en las obras, un presupuesto excedido, acusaciones cruzadas entre dirigentes y cortocircuitos entre los estudios de arquitectos y el club fueron el epítome de un proyecto millonario que sucumbió en sospechas, pero que se levanta hoy como uno de los mejores estadios de la Argentina y que es el sello distintivo de la gestión de Julio Comparada, el presidente del club.

Pasó mucho tiempo desde aquel anuncio pomposo en Costa Salguero, en 2005, cuando Comparada exhibió la maqueta del nuevo estadio. La idea original sufrió variaciones y fue uno de los motivos por los que el presupuesto se excedió casi cuatro veces de lo que se contemplaba en los primeros planos. De un bosquejo de 10 millones de dólares Independiente lleva ya invertidos en la remodelación del estadio unos 35 millones, según sostuvo Comparada en el programa 90 minutos de fútbol, de Fox Sports. Aunque la versión de la opositora Lista Roja, unificada en la voz de Daniel Ferro, afirmó que la inversión supera los 40 millones y que la obra "está apenas terminada en un 60, 65 por ciento".

Dirigentes oficialistas no desconocen que las obras todavía no finalizaron, pero coinciden con Comparada en la necesidad de que había que volver a jugar cuanto antes en Avellaneda. El alquiler de otros estadios le significaba a Independiente un gasto de 140.000 pesos mensuales, según fuentes del Club. Y la economía a los Rojos no les sonríe: cerraron su ejercicio contable con un déficit de 132.944.877 pesos y una pérdida anual superior a los 8 millones. Además, aún afrontan el pago de las cuotas de la convocatoria de acreedores. "Volver a casa cuanto antes nos permitirá reducir el pasivo", aventuró Comparada.

Tal vez nadie mejor que el dirigente Eduardo Espada, ex tesorero y actual revisor de cuentas de los Rojos, para explicar las razones del crecimiento de la inversión en las obras. "El aumento de los costos fue terrible. Cada año todo nos costaba un 25 por ciento más. El cambio de proyecto con los arquitectos también fue algo que no se contemplaba. Habría salido mucho más barato si se hubiera proyectado mejor. Nunca existió un bosquejo final, sino un dibujito. Así, la sangría económica se hizo difícil de detener", argumentó ante La Nación. Las críticas de Espada intuyen un blanco fijo: los estudios de arquitectos de Luis Cabillón y Alberto Fernández Prieto, con quien Comparada comparte negocios inmobiliarios en Puerto Madero.

Un análisis similar al de Espada ofreció otro dirigente oficialista que conoce a la perfección las finanzas del club y que prefirió mantenerse bajo la sombra del anonimato. "Pusimos cualquier cantidad de plata y apagamos incendios constantemente", deslizó, preocupado.

Las emergencias que sorteó Independiente en el recorrido de las obras tuvieron que ver con algunas huelgas de los empleados por falta de pago, o el cortocircuito con la empresa constructora Grape SA, que advirtió sobre los riesgos de abrir la cancha al público sin las remodelaciones terminadas. Esto sucedió cuando rayaba el final de 2008 y dominaban tiempos electorales, por lo que el oficialismo inauguró simbólicamente el estadio con un partido de exhibición.

Para apresurar las obras y afrontar las deudas, Independiente adelantó el cobro de los créditos por el pase de Sergio Agüero, algunos de ellos por cobrarse en 2011. También recibió un crédito de 4.000.000 de dólares del Banco Macro y vendió anticipadamente palcos y plateas. Un repaso por los ingresos que tuvieron los Rojos entre 2006 y 2008 por venta de jugadores arroja una cifra impresionante: 46.750.000 dólares por las transferencias de Agüero, Ustari y Denis. Así y todo, Independiente no pudo terminar a tiempo la obra del estadio.

Al proyecto aún le resta avanzar en la tribuna Cordero (el único sector que fue conservado), que será habilitada parcialmente, y en el paseo subterráneo, debajo de las tribunas, que contemplaría comercios, la sala de prensa, un museo y la pensión de los juveniles. Techar el estadio también es un anhelo que ahora parece imposible. La apresurada inauguración es una amenaza a no terminar jamás el proyecto completo de remodelación, quizá como sucedió con el estadio Ciudad de La Plata, o con Parque Roca, el escenario central del tenis.

El Estado ayudó a Independiente. Se mejoraron los accesos al Estadio gracias al aporte de la municipalidad de Avellaneda y a la Secretaría de Obras Públicas de la Nación. El respaldo consistió en reabrir y pavimentar calles. Un dato que no es menor: el secretario de Servicios y Obras Públicas del municipio, Hugo Barrueco, es el vicepresidente del club.

Afrontar este tipo de obras en tiempos de crisis es un desafío que el Club resolvió y sacó adelante. El Libertadores de América abre sus puertas y les da la bienvenida a nuevas gestas.

Por Nicolás Balinotti
Diario La Nación, martes 27 de octubre de 2009

Puede ser tan ruidoso como la Bombonera
"El hincha de Independiente se va a encontrar con sensaciones que jamás tuvo. El Estadio será tan ruidoso como la Bombonera y establece una cercanía entre el espectador y los protagonistas que puede intimidar a cualquier rival", describió Marcelo Rodríguez Acevedo, uno de los jefes de la obra, en la que participaron más de 160 obreros.

Inspirado en Old Trafford
La obra del estadio Libertadores de América demandó casi tres años. Comenzó en diciembre de 2006 y se estimaba que finalizaría en marzo de 2008. La inauguración se hará mañana, en Independiente vs. Colón.

La capacidad será superior a 35.000 personas sentadas, según las normas que exige la FIFA.

Independiente lleva invertidos 35 millones de dólares y aún restan sectores por remodelar y la colocación de un techo corredizo. La oposición sostiene que se gastaron 40 millones y que a la obra le falta entre "un 40 y un 35 por ciento".

Adiós al foso y a los alambrados. El ingreso de los equipos será a ras del suelo, como en Old Trafford, estadio en el que se inspiró el proyecto inicial.

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Artalexis dijo... 27 de octubre de 2009, 3:14 p.m.

Me alegra muchísimo volver a casa pero por otro lado me preocupa como bien comenta la nota....que este proyecto no se quede acá el hincha de Independiente quiere y merece su cancha terminada en forma completa. A no dormirse en la apertura parcial por favor.

La Caldera del Diablo dijo... 27 de octubre de 2009, 4:24 p.m.

Alexis: Estuve hoy en la cancha y la verdad es imponente. Ojalá las obras sigan a buen ritmo luego de la apertura, la entrada de plata fresca por las recaudaciones tiene que ayudar a que las obras no paren. Ahora publico las fotos y videos. Abrazo

Emiliano

La Caldera del Diablo dijo... 27 de octubre de 2009, 4:24 p.m.

Alexis: Estuve hoy en la cancha y la verdad es imponente. Ojalá las obras sigan a buen ritmo luego de la apertura, la entrada de plata fresca por las recaudaciones tiene que ayudar a que las obras no paren. Ahora publico las fotos y videos. Abrazo

Emiliano