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Independiente perdió de manera merecida con Estudiantes. El Rojo comenzó perdiendo a apenas comenzado el encuentro, lo empató e ilusionó durante diez minutos, pero el resto del partido fue un monólogo del Pincha, que recién llegó al 2-1 cuando faltaban tres para el final.

La jugada del gol de Independiente

En principio, es justo reconocer que Estudiantes es un equipo muy formado, com amplia experiencia, con jugadores que se entienden de memoria, que no depende de lo que haga Verón, porque puede prescindir de su mejor jugador aunque haga lo suyo de manera magistral dentro del círculo central, porque sabe que Benítez le rinde, que Enzo Pérez y Braña acompañan, que Boselli la mete y que Salgueiro, aunque no esté en su día, complica.

Independiente no es nada de eso. Hay muchos jugadores que no se sabe a qué juegan ni cuál es su puesto en la cancha, y otros que teniéndolo pasan desapercibidos durante los 90 minutos. Porque si bien estamos seguros de que siempre se quiere ganar, no siempre se sabe cómo ni se puede. Y un poco de eso le pasó al Rojo esta noche.

El Pincha sorprendió desde el inicio del partido. En la primera llegada al arco, centro atrás y aparición de Boselli para poner el 1 a 0. Sorpresa y mala pata para empezar ante un rival que no da ventajas. Sin embargo, hubo un atisbo de mejoría y a los 10 minutos el Rojo estaba empatando el juego, dejando mudos a todos los hinchas platenses. El corner bien ejecutado desde la derecha por Acevedo, peina Vella en el primer palo y es Darío Gandín, entrando por el segundo, quien termina metiéndola.

A partir de ahí Independiente tuvo otra clara nuevamente gracias a Gandín, tras un pase atrás de Silvera, cuando pasábamos el cuarto de hora. Y allí dejó de jugar el Rojo. Le entregó inexplicablemente el partido a Estudiantes.

Si bien puede pensarse que en ese primer tiempo la supremacía del equipo de Sabella podía haber empujado al Rojo hacia su arco, quedó más que claro que el planteo de Gallego para el complemento era cuidar el punto. El técnico se defendería diciendo que sus cambios no fueron defensivos, pero la posición en la que terminaron jugando Gómez, Silvera y Busse hicieron que el Rojo no tuviera por momentos a nadie en el ataque.

Vella le habla a Mareque

Porque estuvo todo el tiempo la sensación de querer jugarlo de contragolpe, pero Silvera no es el indicado para salir a correr, y Gómez no gravitó sobre su banda porque se vio obligado a retroceder mucho. Por los laterales el paso estaba casi garantizado (¿cuánto más Mareque tenemos que aguantar?) y en el medio ni Godoy ni Busse podían frenar los avances cada vez más peligrosos de Salgueiro (por suerte, errático) y Morales Neumann, quien había entrado en reemplazo del uruguayo.

Cuando parecía que el aguante era histórico y que el Rojo era capaz de roer un punto mentiroso del estadio de Quilmes, Juan Manuel Díaz se encontró con un rebote en el área chica y tanto va el cántaro a la fuente que al final se queda con su merecido. Y nosotros sin nada.

Emiliano Penelas

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Anónimo dijo... 14 de septiembre de 2009, 11:53 p.m.

La diferencia fue tan abrumadora, Estudiantes juega tan bien que no me parece que ningun planteo tactico, ni presencia/ausencia de algun jugador lo hubiese cambiado, de hecho esto fue lo mejor posible, creo que todos hicieron lo mejor que pudieron (Estudiantes tambien, nunca habia jugado asi, y no creo que lo vuelva a hacer).
Mareque fue la unica salida desde el fondo, a Vella lo salvo Matheu y los 2 volantes centrales nunca encontraron a Braña y mucho menos a Veron y ahi se termino el partido. Q'va 'cer, algun dia Independiente jugara asi y sera campeon de America...

La Caldera del Diablo dijo... 15 de septiembre de 2009, 1:27 a.m.

No coincido en que haya sido el mejor partido de Estudiantes, y si lo fue, Independiente dio demasiadas ventajas para que así sea. A esta altura, todo el fútbol argentino sabe que hay que atacarlo a Mareque, es un desastre. Godoy en el medio no agarra a nadie, el doble cinco no funciona, Busse está tímido y no participa ni en ataque ni ofensiva, y Gallego erra en los cambios cuando saca al único que venía complicando un poco la cosa, enredándole la pelota a los defensores como Gandín, y lo manda a Gómez a cubrir el lateral... Es obvio que jugando contra este sparring que fue Independiente durante más de 65 minutos a Verón le alcance con jugar en una pierna y sin salir del círculo central.
Saludos

Emiliano