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Cambió el clima en Avellaneda luego de la victoria del caluroso domingo. ¿Será suficiente para decir que finalmente pasó el invierno?

Idependiente jugó el domingo ante Atlético Tucumán con una temperatura cercana a los 36 grados, atípica para el invierno que aún marca el calendario en el hemisferio sur. Esa semana de calor terminó con la tormenta de Santa Rosa, que volvió el clima a su estado normal.

El Rojo volvió a ganar como visitante luego de ocho meses, y tres después de no haber conseguido los tres puntos en cualquier condición. El rival tuvo nueve hombres y llegó al empate. Los desajustes defensivos fueron notorios, sobre todo por el lateral izquierdo, y Gallego volvió a mostrar algunos temores a la hora de los cambios.

Hubo, es cierto, algunas mejoras notorias con respecto al debut. Walter Acevedo, en el medio de la cancha, mostró calidad en el quite de la pelota y sobriedad en la distribución. Patricio Rodríguez se soltó más a partir de un mejor entendimiento con los volantes y Luciano Vella pudo soltarse y escaparse más hacia adelante, pero dejó algo descuidado su puesto en la defensa.

Por otra parte, Piatti y Silvera demostraron que aún les falta físicamente. Uno no va a estar desde el arranque contra Godoy Cruz y el Cuqui está todavía en dudas. Busse podría tener una nueva chance de ir como titular.

Para Gallego, ganando en Tucumán se consolidaba el equipo y arrancaría una seguidilla de victorias y buenos resultados. Estamos deseosos de que ocurra, pero así como el clima volvió a la normalidad, esperemos que el presente del Rojo haya cambiado de estación, y hayamos pasado el invierno.

Emiliano Penelas

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