
El Rojo era más que su rival, y consiguió su premio pasada la media hora de la primera mitad, cuando Gandín baja y aguanta bien una pelota en el vértice izquierdo del área grande, descarga atrás para Ríos y como viene clava un zapatazo al ángulo imposible para Islas.
Allí se le abrió el parido a Independiente, que sólo cuatro minutos más tarde llega al segundo, luego de otro muy buen esfuerzo del Rolfi que presiona bien la salida de los centrales y recupera la pelota. El 10 abre bien para Ríos y este sigue para Gandín, que entrando por la otra punta termina rematando cruzado abajo. El Chipi, que hacía pocos minutos había errado un gol enviando la pelota por encima del travesaño estando casi abajo del arco, se desahogaba en su grito junto a la gente del Rojo.

El segundo tiempo siguió de la misma manera, con Independiente presionando arriba y una muy buena llegada de Machín, que abrió para Núñez y su remate se fue apenas desviado. Pero antes de los diez iba a llegar el tercero, nuevamente comenzando la acción en los pies del Toti, que inicia una muy linda combinación con un pase largo para el Gordo, que le pone un pase justo a Montenegro, que empuja al gol entrando por el área chica.
El partido estaba liquidado, aunque el gol de Luna para Tigre pudo haber motivado algo de preocupación, dos minutos después llegaba el remate del marcador gracias a una excelente jugada del Patito Rodríguez (Tolo, hacelo jugar más) que se la deja al Rolfi para que se suba al tope de la tabla de goleadores.
Lo dicho, una linda tarde en el Ducó, buen fútbol, una gran tarea de las individualidades y mucha solidez del medio hacia adelante. Independiente volvió a dejar una buena imagen jugando ante su público.
Emiliano Penelas
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