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El capitán de Independiente reconoció que es difícil pensar en que el Rojo no va a poder debutar en el Clausura jugando como local, y que lo sienten tanto los jugadores como la gente.

"Por ahora nadie nos vino a decir nada si debutamos en casa o no, pero puede aparecer un mago; uno nunca sabe. Si no jugamos se nos corta la ilusión no solo a nosotros sino a todos los hinchas, porque la gente apostó mucho para poder jugar en el estadio el primer partido", afirmó Daniel Montenegro cuando fue preguntado acerca de las sensaciones que le producía no poder comenzar el Clausura en el Libertadores de América.

"Si mal no recuerdo en los últimos cánticos ante Arsenal los hinchas presentían que este torneo iban a ser locales en su casa. Esperemos que no sea así y si no, jugaremos en otra cancha, pero más que nada le va a afectar a la gente porque estaba ilusionada", señaló el Rolfi.

"Nosotros nos enteramos por el diario de que no íbamos a poder arrancar el torneo de local. Esperemos que las obras sigan para adelante, porque nuestro deseo es volver a la 'Doble Visera'. Y si no hay que esperar hasta que el tema se solucione y volvamos a Avellaneda", añadió.

¿Dónde se jugará?
Independiente deberá volver a alquilar una cancha para poder jugar de local. Si bien la nueva dirigencia de racing desestimó seguir prestando el inodoro, la palabra final al respecto la tendrá el Coprosede. De todos modos, en ese caso buscarán aumentar el costo del alquiler, que hasta el año pasado se pagaba 40 mil pesos por partido.

La Fortaleza, una posibilidad siempre descartada

La premisa del Coprosede, ente encargado de la seguridad en la Provincia de Buenos Aires, es tener que generar el menor inconveniente posible en cuanto al traslado de los hinchas. Si bien algunos dirigentes del Rojo querrían jugar en Vélez, el cambio de jurisdicción a la Ciudad de Buenos Aires es complejo y no sería considerado seguro.

Lanús siempre suena como una posibilidad, tiene buenos accesos, la cantidad de plateas necesarias y cuenta con una buena infraestructura. Sin embargo, la cancha es considerada "mufa" para el Rojo, que nunca obtuvo buenos resultados siendo local allí.

Anteriormente, cuando De Tomasso gerenciaba blanquiceleste, se habían barajado también como opciones la cancha de Quilmes y Huracán, ambas descartadas por no poder albergar la cantidad de gente que mueve el Rojo, y el Estadio único de La Plata, lejano y complicado por darle lugar a los dos equipos de la ciudad de las diagonales.

Ahora, además de volver a sonar La Fortaleza granate, se mencionó como posibilidades a Banfield y Arsenal, que tampoco cubren los cupos de plateas que necesita el Rojo.

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