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La Selección Argentina Sub 23 pasó por encima a Guatemala en un partido que no le aporta demasiado al conjunto de Sergio Batista que se prepara con la mira puesta en Pekín 2008.


Gonzalo Higuaín grita el primer gol de la Selección.
El delantero del Real Madrid convertiría, además, el tercero del equipo.

En la madrugada de nuestro país se presentó la Selección Argentina Sub 23 que dirige Sergio Batista. No sabemos si habrá podido sacar muchas conclusiones al respecto, ni siquiera si el Coco Basile, sentado en la platea del Memorial Coliseum de Los Ángeles las habrá podido hacer. Sucede que Guatemala, aun con un equipo "mayor", fue demasiado poco rival para esta juvenil celeste y blanca, que jugó con el agregado de Riquelme, Demichelis y Mascherano.

Todo fue un monólogo, bastante aburrido por momentos, porque no pareció haber ni siquiera desgate por parte de los muchachos de Batista. Ya a los 14 el Pipita Higuaín abría el marcador con un gol típico de goleador, aprovechando un desvío de un tiro de Banega que el delantero del Real Madrid convirtió ante la mirada de los guatemaltecos.

Luego fue el turno de Lavezzi, a la media hora de juego, quien hizo un bonito gol perfilándose sobre el arco y metiendo la pelota entre el palo y el arquero. El ex San Lorenzo fue el jugador más desequilibrante del equipo albiceleste.

Luego del entretiempo, que sirvió para que el Bolillo Gómez cambiara al arquero y le permitiera al suplente comerse tres goles más, todo siguió siendo de Argentina. A los 25' nuevamente Higuaín, con una hermosa media vuelta pisándola en el área chica luego de un desborde de Lavezzi, metía el tercero de Argentina. A esa altura los centroamericanos ya ni marcaban.

Jonathan Maidana, el defensor de Boca, apareció sobre la derecha en un contragolpe para clavar un disparo potentísimo en el ángulo y Marco Ruben selló el quinto y definitivo gol cuando quedaban dos minutos.

Ustari, el hombre Rojo en la cancha, casi no tuvo trabajo, aunque contuvo muy bien un cabezazo de los guatemaltecos al minuto de juego. El resto del partido, disfrutando como espectador de lujo.

Sin Messi, Gago o Agüero, a la Selección de todas maneras le sobró paño para un rival demasiado débil.

Emiliano Penelas

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