Estamos con vos, Caldera

Esta noche, Arsenal juega el encuento de vuelta contra el América de México. En el mítico Estadio Azteca los de Sarandí dieron el gran golpe al vencer a los dirigidos por el Ruso Brailovsky por 3 a 2.

Épocas de goleador en el Rojo

En el equipo argentino fueron titulares dos ex Independiente, muy identificados con los colores y el cariño de la gente: Cristian Díaz, de quien dimos cuenta antes del primer encuentro, y José Luis Calderón, que se cansó de gritar goles con la Roja... y con todos los equipos en los que jugó.

Besando la camiseta

Reproducimos una nota publicada hoy por Olé.

"No se nos puede escapar"

por Paulo Dos Santos

Caldera sabe que el Arse lleva las de ganar ante América, aunque no quiere adelantarse: "No va a ser fácil", dice.

Caldera hoy, antes de la final que puede darle a Arsenal su primer título

"¿Sabés qué pasa? Ya estoy grande y, no me vas a creer, pero... Me da vergüenza dar notas, no sé por qué, es raro. Como que ya estoy viejo y... ojo, a veces está bueno hablar, pero no me gusta estar en todos lados".

José Luis Calderón atiende a Olé antes de la gran final ante el América y cuenta algo que pocos imaginan. "Además, después mi hijo me carga, viste; ya tiene 9 y entiende todo. A veces me felicita por un gol y otras me dice: 'Burro, ¿viste lo que te erraste?', jaja".

Caldera carga con 37 años que parece dejar en el vestuario a la hora de salir a la cancha.

"Hoy me siento más jugador que antes", asegura. Tal es así que a los 36 años se consagró campeón con Estudiantes del Apertura 06 y hoy, casi 12 meses después, está a un paso de conseguir su primer título internacional.

"Me siento muy bien y pienso que estoy capacitado para seguir jugando. Soy el más viejo de la Sudamericana y a esta edad, tener la posibilidad de estar en una final y jugar al mismo tiempo en el torneo local, al nivel en que lo estoy haciendo, me hace muy feliz. En la C fui campeón con Cambaceres, con Estudiantes en el Nacional B, me volví a juntar con Verón y lo conseguimos en Primera... Ojalá se me pueda dar con Arsenal, sería bárbaro, un sueño", se anima.

Gritando con la de Arsenal. Fue clave en la victoria en México.

—¿Pensás en retirarte con un logro como éste?

—Podría ser el broche de mi carrera, es verdad. Pero... (se toma un tiempo y piensa). No lo veo así. Quiero seguir jugando, me siento muy bien y esperemos que los últimos años que tenga como jugador vengan acompañados de más logros. Igual, primero hay que quedarse con esta final, no va a ser algo fácil.

—¿Creés que le tapaste la boca a varios?

—No sé. No me interesa tampoco. Esto me sirve a mí mismo y eso es suficiente. Cada uno es libre de elegir a los jugadores con los que quiere trabajar y está perfecto de verdad.

—Tienen todas las de ganar, ¿no?

—No se nos tiene que escapar, es así. Dimos el paso más importante allá pero tenemos que dar un paso más todavía. No queremos dejar pasar esta oportunidad por nada.

—¿Cuál fue la clave para llegar hasta acá?

—Somos un equipo chico que juega como uno grande. Sabemos cuáles son nuestras virtudes y conocemos perfectamente nuestras limitaciones, es lo mejor que tenemos. Por jerarquía, por el poder económico y demás, es fácil llegar hasta acá con un equipo grande. Con un equipo como éste es distinto. Por eso, tiene un sabor especial, esto es a puro pulmón. A base de sacrificio, humildad y esfuerzo.

—¿Creías que podían llegar hasta acá?

—Sí, siempre fui optimista. Siempre quiero pelear arriba. Claro, hay que decirlo de las puertas para adentro y afuera ponerse el cassette, como hacen todos. Ahora, si queremos ser campeones, tenemos que demostrarlo en la cancha.