Gustavo Quinteros pidió una parrilla en Domínico para retomar la vieja tradución del Pato Pastoriza: los asados de los jueves para fortalecer las relaciones en el plantel.
Y un día, más de 20 años después, un martes a espaldas de su calle, en su casa de Avellaneda, apareció su alma, su idiosincrasia, su recuerdo. Ya no está él, pero el que asumió sabe que debe recomponer la unión y apeló a su método cuando en la juntada con el plantel dijo: "Los jueves quiero una parrilla", y álgunos del plantel seguramente encontraron la acción que buscaban en los históricos en el semestre pasado.
Bien por Gustavo Quinteros, por encontrar los senderos donde puedan aparecen cosas que buscaban ellos el semestre pasado. Los asados de los jueves, que dirán aquellos tantos detractores que le ponían agua para apagar las brasas de esas reuniones.
Ya me decía Pepé Santoro en el teléfono el sábado luego de conocerlo a Quinteros que le había agradado mucho, y que había sido del agrado de varios referentes que lo recibieron el viernes.
Ojalá le salgan bien las cosas al flamante DT. Comparte deseos con el socio y con el simpatizante, deseo que sea el conducto para que sus dirigidos se metan en la historia rica del Club. Por lo menos, creo que arrancó bien: acercándose al paladar Rojo, a la memoria del "Pato" y pidiendo una parrilla para los días jueves.
Daniel Borges
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