El Presidente de Independiente, Néstor Grindetti, ya está en suelo paraguayo acompañado por el vice Carlos Montaña, el Secretario General Daniel Seoane y el abogado del Club. La intención es "ponerse a disposición" de la Conmebol y "defender los intereses de Independiente".
Tras la suspensión, y posterior cancelación, del partido frente a Universidad de Chile por la Copa Sudamericana, los dirigentes del Rey de Copas viajaron a Paraguay este jueves. “Venimos a contar los hechos. El partido fue cancelado por la actitud de los hinchas chilenos. Tenemos derecho a los puntos”, aseguró el dirigente apenas llegado a Asunción, en declaraciones a TyC Sports. “Está claro que los hechos de vandalismo lo hicieron los simpatizantes chilenos desde el inicio del partido, el cual se cancela por esos hechos”, insistió Grindetti, quien se trasladó directamente a la sede de la Conmebol en Luque para presentar el descargo.
“Nosotros pusimos a disposición una tribuna completa para los visitantes. Fue consensuado con la Conmebol y entre los dos clubes. ¿Qué se puede hacer para prevenir que alguien vaya al baño, saque los inodoros y los tire?”, se defendió el Presidente.
El propio dirigente reconoció que no tendrá una reunión formal con Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, pero sí con funcionarios del área disciplinaria. Allí llevará pruebas, testimonios y descargos con un único objetivo: que el ente continental determine que la responsabilidad fue exclusiva de los hinchas de Universidad de Chile.
“Queremos dejar en claro que Independiente no puede ser sancionado por hechos que no generó. Venimos a ponernos a disposición y suministrar toda la información necesaria”, señaló el directivo, que viajó acompañado por parte de la dirigencia. La estrategia es simple: demostrar que el club argentino cumplió con las exigencias de seguridad, cedió un sector adecuado a la parcialidad visitante y que los incidentes fueron consecuencia directa del accionar violento de los hinchas rivales.
Para reforzar su posición, Grindetti apeló a una comparación que, según su punto de vista, es irrefutable. “En Chile solo nos dieron media tribuna y una pequeña reja de dos metros separaba a ambas hinchadas. Sin embargo, no hubo ningún problema”, recordó. El mensaje intenta ser claro: si con condiciones de seguridad más precarias Independiente garantizó el orden, lo ocurrido en Avellaneda fue responsabilidad exclusiva del otro club.
La Conmebol recibirá el descargo formal de Independiente y de la Universidad de Chile, que tienen cinco días para realizarlo. El Tribunal de Disciplina deberá analizar pruebas, testimonios y reportes arbitrales antes de emitir un fallo, aunque no tiene urgencia ya que la próxima fase de la Sudamericana recién se jugará en casi un mes, el 17 de septiembre (Alianza Lima esperaba por el vencedor de la llave entre Independiente y la U. de Chile).
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