Por la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana, Independiente cayó 1 a 0 ante la U de Chile. El Rojo tuvo buenas ocasiones al comienzo de cada tiempo, pero luego se desarmó, con muchos problemas individuales y de funcionamiento colectivo. El equipo de Vaccari terminó con 10 por expulsión de Abaldo.
El partido comenzó bien para Independiente, que en los primeros quince minutos se mostró ágil, aunque con muchos problemas en la definición. Cabral se perdió un gol increíble en medio del área, y después desperdiciaron chances entre Mazzantti, Montiel y Abaldo.
Sin embargo, de a poco el local le ganó el mediocampo. Flojísimo primer tiempo de Loyola, muy solo Fernández Cedrés, que además jugó condicionado por una amonestación, casi nada de Cabral, en un equipo desarmado. Así, la U creció y abrió el marcador cuando apretaba las tuercas, a los 35 minutos, con un remate de Assadi, un tirito apenas esquinado, pero en la foto se vio cómo Loyola vio pasar la pelota, y Zabala, que dudó al despejar.
En la segunda parte el Rojo (¿Rojo? ¡Si jugamos otra vez de blanco!) volvió a tomar la iniciativa y tener las mejores chances. Nuevamente Cabral se perdió una chance clara, Abaldo no supo cómo definir de zurda y malinterpretó su voluntad porque recibió una amarilla tonta por obstruir un tiro libre y otra más por una falta en mitad de cancha.
Independiente se quedaba con uno menos cuando todavía faltaban unos 20 minutos y todo se desinfló. Vaccari sacó a Cabral, que jugó muy mal, pero dejó en cancha a Loyola. El ingreso de Valdez mejoró la defensa, pero todo se resquebrajó y en un momento los diez protagonistas advirtieron que el 0-1 era negocio, y pensar en dar vuelta la serie en Avellaneda.
Emiliano Penelas
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