En un Clásico de Avellaneda deslucido, Independiente igualó 0 a 0 tras jugar más de una hora con un hombre menos por la expulsión de Damián Pérez en el primer tiempo, y finalizó con 9. El Rojo sufrió además lesiones que lo obligaron a rearmarse y casi sin llegar al arco rival, defendió el empate.
El tiempo dirá cómo deberá valorar o lamentar este punto Independiente, tras igualar sin goles como visitante en el Clásico de Avellaneda, luego de un planteo errático desde el inicio, y en medio de un partido que arrancó accidentado para el Rojo porque apenas comenzado un fortísimo choque de cabezas entre Iván Marcone y Kevin Lomónaco dejó a ambos con la cabeza vendada tras la atención médica.
Luego, tres pelotas paradas muy mal ejecutadas derivaron en contras de racing qué debieron ser paradas con falta y generaron tarjetas, una de ellas fue la expulsión directa de Damián Pérez antes de la media hora de juego. Sin con 11 futbolistas en cancha el Rojo le cedía la posesión al rival y prefería esperarlo, con uno menos directamente se recluyó sobre el arco de Rey, que empezaba a ser figura.
Sobre el final del primer tiempo dos cabezazos en el área terminaron con el balón dentro de nuestro arco, pero el gol fue abulado a instancias del VAR.
Para la segunda parte ya no salieron Lomónaco y Marcone, y Vaccari seguía sumando gente en defensa hasta armar una línea de cinco con Vera, Spörle, Laso, Fedorco y Pellegrino, que hizo su debut oficial. Los minutos pasaban y racing seguía fallando en la definición. La única clara que tuvimos fue un remate cruzado de Tarzia que pasó muy cerca del palo, tras una muy buena jugada iniciada por Spörle.
Al final de los 90' Vera vio la segunda amonestación y el Rojo jugó los seis minutos adicionados con nueve hombres. Ya no atacaba hacia rato, y el vecino tampoco sabía qué hacer con la pelota hasta que el 0 a 0 quedó sellado en el marcador.
Emiliano Penelas
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