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Todos los meses, nuevos textos de distintas plumas y con un hilo conductor: el amor por Independiente. La primera edición por Eduardo Sacheri. 

Eduardo Sacheri inaugura una serie de columnas mensuales que el colectivo de “Tinta Roja” -escritores y periodistas hinchas de Independiente- van a regalarle a los hinchas del Rojo. Esta acción forma parte de la Secretaría de Cultura del club.

Dichos textos serán atemporales, pero reafirman el compromiso, el amor, la pasión, la pertenencia y la grandeza de nuestro Club Atlético Independiente. Será una caricia al hincha Rojo.

"Amores" - de Eduardo Sacheri

Tus amores, tus amores de verdad, son un puñado. Te sobran los dedos de una mano. Tu familia, tus amigos, tu país, Independiente. En una de esas, visto de afuera, parece una exageración, un gastar pólvora en chimangos. Alguien que no sepa, alguien que no entienda de este amor, puede venir y decirte: ¿Cómo puede ser que te importe tanto un equipo de fútbol? ¿Cómo puede ser que te afecte tanto lo que sucede con un club?

En una de esas tienen razón. No lo sé. Tal vez los equivocados somos nosotros. Pero llevamos toda la vida sintiendo así y queriendo así. Hace tanto que pensamos así y que sentimos así que no nos reconocemos en ningún otro modo.

No somos todos iguales. Basta mirar alrededor de uno en la cancha, o prestar atención a las redes. Entre nosotros hay optimistas, hay preocupados, hay nostálgicos, hay esperanzados, hay frustrados, hay pacientes, hay enojados, hay tolerantes, hay inexpertos, hay experimentados, hay… somos tantos, y tenemos tanta historia sobre nuestras espaldas, que hay de todo. Verdaderamente de todo.

Pero por detrás de lo que tenemos de distinto, tenemos un par de cosas en común. Una historia de gloria, un pasado de hazañas, una vida de grandeza. También tenemos nuestras preocupaciones de hoy, nuestras impotencias, nuestra frustración. Y vaya que los tenemos.

Si alguien muy racional nos ve desde afuera podrá pensar: ¿por qué se lo toman así? ¿Por qué les importa tanto? ¿Por qué se frustran tanto si las cosas salen así de mal? ¿Por qué pierden el sueño, el apetito, las ganas de reírse?

Porque el amor es así, ni más ni menos. Independiente es parte de nosotros. Y no es una parte cualquiera. Es una parte esencial. Somos quienes somos, entre otras cosas, porque somos de Independiente. Algunos lo heredamos de nuestros antepasados. Otros lo eligieron en algún recodo de su camino. Pero para el caso da lo mismo. Hubo un día en la vida en que, detrás de nuestro nombre, apareció ese otro nombre que llevaremos mientras nos lata el corazón. Y sospecho que después también lo seguiremos llevando.

Somos los de Independiente. Así de grandes. Así de dichosos en los días felices. Así de preocupados y así de entristecidos o de enojados en los días como estos.

Según le va al club, nos va a nosotros. Nuestra vida está tan atada al Rojo que no hay modo de entender nuestro ánimo, nuestra expresión o nuestro apetito si los demás ignoran cómo anda el club. Está tan metido en nuestra identidad, hasta tal punto Independiente está metido en nuestro corazón que es casi como si fuera nuestro segundo nombre. Yo no soy Eduardo a secas. Yo soy Eduardo, hincha de Independiente. Y vos no sos María, y punto. Sos María, hincha de Independiente. Y así con los millones que somos.

Todos distintos. Todos alimentados en la misma gloria. Todos necesitados de que el destino se enderece de una buena vez por todas. No tanto porque nos lo merezcamos nosotros. El que se lo merece, sobre todo, es el club. Un club tan enorme, un club tan cargado de historia, un club tan desbordante de prestigio, no merece un solo día más de zozobra.

Mientras tanto, acá estamos. Los frustrados y los optimistas. Los nostálgicos y los esperanzados. Los inexpertos y los que están de vuelta. Los que vivieron nuestros días de hazañas inauditas y los que solo las conocieron por los relatos de los mayores.

Acá estamos. Siempre presentes. Desde la alegría o desde el enojo, o desde ambos. Pero estamos. Porque en la vida hay apenas un puñado de amores que nos hacen ser quienes somos:

Nuestra familia. Nuestros amigos. Nuestro país. Y el Club Atlético Independiente: nuestro segundo nombre.

Eduardo Sacheri


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