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Mezquinando casi todo el partido, Independiente igualó sin goles ante San Lorenzo en el Bajo Flores. Vallejo se fue expulsado sobre la hora.


En el día en que San Lorenzo celebraba sus 115 años Independiente le arruinó la fiesta jugando a no jugar, intentando salir del Nuevo Gasómetro lo más indemne posible, sabiendo que se enfrentaba a uno de los equipos que pelea el campeonato. 


Sí nos remitimos a lo futbolístico los primeros diez minutos el Rojo vestido de blanco intentó controlar la pelota aunque nunca llegó siquiera a complicar al arquero rival. De a poco el local ganó terreno y tuvo las mejores situaciones, convirtiendo a Rey en figura. Cazares intentó algo pero se diluyó como todo el resto. 

Un pésimo arbitraje de Rey Hilfer también condicionó a los jugadores. Barcia jugó al borde de la expulsión desde mitad del primer tiempo y pese a que Monzón amagó con sacarlo, lo dejó en cancha y el uruguayo casi no la tocó. Los demás, solo aguantar y ver qué se podía hacer, que era bastante poco.  


El segundo tiempo fue un monólogo del Ciclón, que sin embargo nunca le encontró la vuelta para lastimar, más por impericia propia que por aciertos de una defensa de Independiente que sigue mostrando errores de principiante. Sobre el final, y por doble amarilla, Vallejo se fue expulsado y los últimos 5' se jugaron con uno menos. No cambió mucho porque el equipo hacia rato que se había vestido de Estudiantes y se conformaba con el 0 a 0, esperando que el trámite terminara lo antes posible. 

Emiliano Penelas

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