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Luego de un primer tiempo espantoso, los cambios le dieron otra vida a Independiente en el segundo, en donde Pozzo y Soñora fueron fundamentales para el 2 a 0. Los goles los marcaron Benegas, tras una buena jugada de Toto, y Alan, con un tremendo zapatazo al ángulo.

Independiente se fue silbado el primer tiempo luego de una de las peores etapas jugadas desde que esta Eduardo Domínguez. No sólo por lo que se vio en la cancha, la nada misma, sino por el peso del rival, un equipo semi amateur que juega por primera vez una Copa internacional y no llega a la decena de partidos en la primera división paraguaya. 

Así y todo General Caballero tuvo las situaciones más peligrosas y por momentos puso en ridículo a la defensa Roja. El técnico tomó nota otra vez del mal desempeño de su equipo en los 45 minutos iniciales y realizó tres cambios desde el vestuario. Dos de ellos serían fundamentales, porque Soñora y Pozzo cambiaron el partido. 

Con más dinámica, moviendo la pelota hacia adelante y buscando el arco rival, Independiente atacó a un equipo que ya había dado todo lo que podía y se replegaba aguantando el cero. Alan avisó con un remate de lejos que el arquero sacó tal corner y poco después Pozzo rompió la inercia entrando al área y enviando un centro atrás para el ingreso de Benegas, que la empujó abajo del arco. 

Ya con el marcador abierto el Rojo jugó más suelto aún y llegó el zapatazo de Soñora al ángulo para sellar el 2 a 0 y empezar a creer en algo más.

Emiliano Penelas 

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