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Vélez e Independiente no se sacaron ventajas en Liniers y empataron sin goles. Delfino expulsó uno por lado, Laso en el Rojo, que dejó una buena imagen cuando hubo que luchar pero sigue careciendo potencia en la ofensiva. Batallini, nuevamente figura. 

El primer tiempo fue intenso, Vélez mostró un poco más e Independiente intentaba salir jugando de contra con Batallini manejando los ataques. El ex Argentinos volvió a ser la carta más importante del equipo de Eduardo Domínguez, sufrió dos faltas violentas de De Los Santos, la primera condonada por Delfino, la segunda, un pisotón hartero, le valió la expulsión al local, a cinco minutos del final de la etapa. 

Las mejores en ese primer tiempo fueron para el Fortín, y los palos estuvieron del lado del Rojo y ayudaron al arquero debutante. A los 18 minutos fue un cabezazo de Pratto el que se estrelló directo en el parante derecho, y a los 30 otro testazo de Bouzat fue al travesaño. En esta última alcanzó a rozar con la punta de los dedos Bacchia. De contra, una gran acción entre Leandro Fernández y Batallini que definió mal Roa, y luego sobre la hora un remate de Bata que se fue apenas afuera, en la más clara del Rey de Copas.

Sobre el pitazo Pellegrino se fue con todo a protestar la expulsión, y el DT de Vélez ya no pudo salir al segundo tiempo. Las cosas allí comenzaron con el picante que dejaron esos últimos minutos. Domínguez mandó dos cambios a la cancha y el Rojo comenzó dominando y manejando la pelota. Hasta que a los 18 minutos Delfino aplicó la ley de la compensación y expulsó a Joaquín Laso tras un forcejeo a la salida de un corner. 

El partido se hizo chato, trabado, y con el correr de los minutos dio la sensación de que ambos equipos empezaron a mirar con buenos ojos el empate. El Rojo dejó una buena imagen de pelea y lucha, aunque le sigue faltando juego y peso en ofensiva, aún cuando tuvo un hombre de más.

Emiliano Penelas 

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