0

Con gol de Silvio Romero y otra actuación extraordinaria de Sebastián Sosa, Independiente empató con Atlético Tucumán 1 a 1 y clasificó a los octavos de final de la Sudamericana, donde lo espera Fénix en Montevideo. 

Clasificó Independiente, y lo mereció. Porque le puso fuerza, garra, jugó con inteligencia el primer tiempo y tuvo a un arquero descomunal en el segundo para quedarse con una dura llave de Copa Sudamericana ante Atlético Tucumán.

En el mejor primer tiempo de Independiente, que volvió a vestir de negro, se encontró con un mano a mano de Silvio Romero con Luchetti que avisaba lo que vendría pocos minutos después: centro de Jonathan Menéndez, enorme visión de Alan Velasco para evitar definir él al arco, y eligió ponerle con la cabeza un pase magistral al Chino Romero para el gol, marcando aquello de "dos cabezazos en el área".

Con el Rojo arriba, el equipo de Pusineri incluso pudo haberse ido ganador por más diferencia, pero pagó caro el único descuido que tuvo, y en una contra Atlético se lo empató sobre el final de la etapa.

En el segundo período los locales salieron a buscar el partido a puro bochazo, e Independiente aguantaba como podía, y con un Sosa que en tres partidos demostró que está a la altura de ser un gran arquero del Rojo. Un claro penal a Silvio Romero que Cunha no vio y otra del Chino sobre la hora también hicieron figura a Luchetti.

El empate terminó siendo justo y el Rey de Copas el mejor de la serie en Avellaneda y Tucumán. Ahora, en octavos, esperará Fénix de Uruguay.

Emiliano Penelas

Publicar un comentario