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La policía del Estado brasileño se encuentra amotinada en reclamo de mejoras salariales, y hubo más de cien muertos. La Conmebol y el presidente de Fortaleza dijeron que el partido "no corre peligro". 


Nuevamente un viaje a Brasil y el peligro para los hinchas y plantel de Independiente instalado en una crisis que esta vez envuelve a la policía del Estadio de Ceará, amotinada reclamando mejoras en sus salarios, lo que ha provocado más de un centenar de muertos y que el presidente de la nación, Jair Bolsonaro, movilice al Ejército para patrullar las calles.

En medio de ese panorama, la seguridad de Independiente viajó un par de días antes hasta Fortaleza, al igual que los responsables de Conmebol. Todos coincidieron junto al presidente del equipo brasileño, Marcelo Paz, en que "el partido no corre riesgo".

"Nosotros sabemos de la preocupación de Independiente sobre la situación en nuestra ciudad, pero quiero aclarar que es un movimiento muy localizado en algunas regiones y aseguro que no va a haber ningún problema. El partido no corre ningún riesgo", dijo Paz a TyC Sports.

"Va a ir mucha gente al estadio. Esperamos cerca de 55 mil personas y podemos garantizar seguridad. Los hinchas de Independiente serán muy bien tratados acá", agregó la máxima autoridad del club brasileño.

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