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Independiente igualó sin goles ante Boca en la Bombonera en un partido que pudo haber ganado y terminó convirtiendo al arquero local en figura. 


Hacía mucho que Independiente no generaba tantas jugadas de gol en un primer tiempo, que no dominaba con tanta claridad a su rival. Es cierto que la expulsión de Izquierdoz condicionó el juego de Boca, pero Marcos Díaz terminó siendo la figura de su equipo, con tapadas extraordinarias.

Primero fue un tiro libre de Leandro Fernández que desvolgó del ángulo, luego hubo un cabezazo de Alan Franco que dio en  el palo, una definición de Cecilio Domínguez que se fue por poco, y nuevamente el arquero para sacar un remate furioso de Lucas Romero que se metía arriba.

Tras el descanso, Boca mejoró un poco, Pusineri movió el banco y le dio más minutos al juvenil Braian Martínez, la figura del Rojo en el tiempo que estuvo en cancha. Pero claro, Independiente sufrió la baja de Gastón Silva por lesión, y la inexplicable expulsión de Pablo Pérez, que emparejó el partido en 10 hombres por lado.

Así, ya sin minutos por jugar, se repartieron puntos. Fue más Independiente, y mereció ganar el partido. En un equipo que tiene técnico nuevo, sin refuerzos, el cambio de actitud es vital, se ve otro equipo, hay otra intención. Falta, pero este es el camino para levantar.

Emiliano Penelas

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