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Tras un pésimo primer tiempo, donde caía ante Godoy Cruz, Independiente encontró oro en dos minutos en el segundo y lo dio vuelta con goles del arquero Bolado en contra, luego de una gran jugada de Cecilio y Sánchez Miño, y Silvio Romero, de penal. El Rojo llevaba 50 años sin ganar en Mendoza.




Independiente jugó pésimo el primer tiempo, de esos partidos que ya vimos varios en esta temporada, que causa dolor de ojos y una desazón de que ya nunca se encarrilará el juego. El Morro García anotaba antes del cuarto de hora, y luego el Rojo no llegaría nunca, frente a un Tomba que pelea en el fondo de la tabla de la Superliga.

En la segunda parte, y pese a no mover el banco, Independiente cambió el chip. Empujaba Figal, llegaba más Silvio Romero, era otro Martín Benítez, pero sobre todo la banda izquierda con Sánchez Miño y Cecilio Domínguez aportaba el fútbol que necesitaba el Rojo.

Justamente los dos últimos armaron una gran jugada por la banda, Miño llegó al fondo y su remate cruzado se encontró con la pierna de un defensor y es el propio arquero Bolado quien la termina de mandar adentro del arco. Dos minutos más tarde, un codazo de Cardona a Figal le daba el tercer penal en tres partidos consecutivos para que Silvio Romero pusiera el 2 a 1 definitivo.

Así, esta noche se terminó la racha de 50 años sin ganar en Mendoza (desde el 2 de noviembre de 1969), y derrotó por primera vez como visitante a Godoy Cruz.

Emiliano Penelas

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