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En un partido lleno de contratiempos, Independiente derrotó por 2 a 1 a Patronato y festejó por el esfuerzo y el significado de la victoria, conseguida con un hombre menos durante casi todo el segundo tiempo por lesiones. Benítez y Gigliotti, los goleadores.



En cinco minutos Independiente liquidó un partido raro, extraño, lleno de complicaciones, y terminó festejando con desahogo porque Patronato metió el descuento sobre el final y físicamente el Rojo no podía más.

Sólo dos minutos duró en cancha Alan Franco, lesionado duramente. Tampoco pudo seguir el Gato Silva ni Silvio Romero. Con cambios agotados, Figal chocó con Hernández y también dejó la cancha. Independiente jugaría casi todo el segundo tiempo con diez.

Encima, futbolísticamente no le salía una al Rojo. No había conexión entre las líneas, Gaibor deambulaba la cancha y Hernández no agarraba la pelota. El ingreso de Benítez le dio movilidad al equipo y el misionero encontró el gol que abrió el partido. De rebote, casi sin quererlo, pero gritado con desahogo.

Cinco minutos después Gigliotti aprovechaba una desatención en el fondo del Patrón, y definía con mucha calidad sobre la salida del arquero. A los 38' Vera marcó de penal y puso emoción a los últimos minutos, con sufrimiento y esfuerzo, pero también se festejó por lo que vale este triunfo.

Emiliano Penelas

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