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La forma de disputa de la temporada 2018/19 ya es tema de discusión para los dirigentes. Además, deberán trabajarse en las licencias deportivas y el reparto del dinero, además del regreso de los visitantes y la eliminación de los promedios.



La recién creada Superliga ya evalúa cambios en el formato de disputa luego del Mundial de Rusia. La primer idea es jugar un torneo corto para luego disputar un certamen anual en 2019, y así acomodar el torneo local al de las copas sudamericanas. La otra, disputar dos torneos semestrales que lleven en su definición fases de eliminación en semifinales y final, así se agregan juegos a una competencia que quedará reducida a 26 equipos y una sola rueda.

Además, cualquier modificación al formato de juego debe alterar también las disputas de los campeonatos de ascenso, y traer consigo la clarificación de cómo repartir el 25% del dinero que se otorga por mérito deportivo, y el 25% de los ingresos de la televisión.

Desde lo económico precisamente, el comienzo del mes de abril marcará el comienzo de los trámites para conseguir las licencias habilitantes para disputar la temporada 2018/19. Los requisitos son del orden deportivo; de infraestructura; administrativos y de personal; jurídicos, y financieros. En ese sentido, los clubes que participaron de los torneos Conmebol cumplen con los requisitos, y eso jugaría a favor de Independiente.

No obstante, “la idea es que la licencia de la Superliga sea superior a la de Conmebol. Sin dejar de poner énfasis en los requisitos económico-financieros, apunta a que los clubes destinen más dinero a mejorar las Inferiores y la infraestructura. Si la Superliga genera más plata, fiscalizar que esos recursos sean bien administrados, y así subir la vara de la competencia. En definitiva, el propósito de las licencias es que permitan el crecimiento de los clubes, con controles que irán subiendo en exigencia según pasen los años”, le explicó Mariano Elizondo, presidente de la Superliga, a Olé.

El diario aclara además que "hay criterios que ya se estuvieron aplicando en el último semestre, como los libre deuda para incorporar futbolistas y el control de pago de sueldos. En lo que a estructura deportiva se refiere, lo que se busca es igualar hacia arriba organigramas que algunas instituciones ya cumplen. Por ejemplo, el de una administración gerenciada (se exigen responsables de áreas como seguridad, prensa, marketing, operaciones, director deportivo) y en el cuidado de la salud, tanto profesional como juvenil (médico, kinesiólogo, nutricionista, psicólogo, asistente social y odontólogo). Y también es requisito que los clubes hagan cumplir la Resolución 355-E/2017 del Ministerio de Seguridad de la Nación, que no es otra cosa que el Reglamento de Prevención contra la Violencia en Espectáculos Futbolísticos".

El 30 de junio de 2018 es el último día para conceder las licencias, luego habrá seguimientos para observar el cumplimiento de las normas y existirán sanciones que incluyen multas, quita de puntos, jugar a puertas cerradas, inhabilitaciones de estadios, prohibición de inscribir nuevos jugadores y la suspensión o revocación de la licencia.

La vuelta de los visitantes a las canchas es otro tema a tratar. Si bien lo anunció Chiqui Tapia, algunos directivos fueron más cautos con el tema y aún es tema de evaluación cómo se instrumentará y de qué manera se empadronarán los hinchas.

Por último, es voluntad de los dirigentes eliminar los promedios del descenso, aunque por el momento se está lejos de eso. En principio, piden tres temporadas de anticipación.

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