Las obras se ven, las deudas se van pagando y el equipo se va encaminando. Se van viendo los frutos. Vamos que no somos menos que nadie.
Gran victoria de Independiente. De principio a fin fue superior a un rival que tiene un buen funcionamiento y siempre nos resultó complicado. Además, sirve para calmar una semana de muchos nervios con la no llegada de Meza, que alteró el clima tranquilo luego de haber obtenido las dos victorias contra Lanús y Belgrano. Tiene razón Gabriel Milito en enojarse por el corto plantel y un mercado de pases por demás precario para lo que nos tenía acostumbrado la CD que comanda Hugo Moyano. Igual, creo que también hubo capricho del DT en decir este o nadie, y dejar ir a jugadores que hoy le podían servir como recambio. Los apellidos los sabemos todos y ahora no hay nada que hacer. Son los que son y hay que darle para adelante. Empujemos todos para el mismo lado, que así será más fácil lograr el objetivo. No queda otra. Ojo, tampoco es poco lo que hay, eh. Por eso anoche en el primer tiempo el equipo mostró por momentos ese fútbol de tenencia, de toque y rotación como tanto nos gusta. Sin ser una maravilla, se crearon situaciones y si no fuera por Marcelo Aumente, Independiente se hubiese ido al descanso con un gol arriba. Me detengo aquí. ¿Cómo puede ser que estando de su lado un asistente internacional no vea que tres tipos de azul habiliten a uno de Rojo? Querido, esos errores después te pueden cuestan caro. Con el gol de Vera, luego del gran centro de Tagliafico, el mejor lateral izquierdo del país, se simplificó el panorama. Si bien se perdió un poco la pelota, Cuesta (otro de Selección) se hizo inmenso y con Figal se bancaron los embates de Godoy Cruz. Ortiz también redondeó una buena noche, Rigoni siempre complicó y Barco coronó la velada con un golazo para terminar con un posible empate tombino. Las obras se ven, las deudas se van pagando y el equipo se va encaminando. Se van viendo los frutos. Vamos que no somos menos que nadie.
Beto Tisinovich
Diario Olé
Gran victoria de Independiente. De principio a fin fue superior a un rival que tiene un buen funcionamiento y siempre nos resultó complicado. Además, sirve para calmar una semana de muchos nervios con la no llegada de Meza, que alteró el clima tranquilo luego de haber obtenido las dos victorias contra Lanús y Belgrano. Tiene razón Gabriel Milito en enojarse por el corto plantel y un mercado de pases por demás precario para lo que nos tenía acostumbrado la CD que comanda Hugo Moyano. Igual, creo que también hubo capricho del DT en decir este o nadie, y dejar ir a jugadores que hoy le podían servir como recambio. Los apellidos los sabemos todos y ahora no hay nada que hacer. Son los que son y hay que darle para adelante. Empujemos todos para el mismo lado, que así será más fácil lograr el objetivo. No queda otra. Ojo, tampoco es poco lo que hay, eh. Por eso anoche en el primer tiempo el equipo mostró por momentos ese fútbol de tenencia, de toque y rotación como tanto nos gusta. Sin ser una maravilla, se crearon situaciones y si no fuera por Marcelo Aumente, Independiente se hubiese ido al descanso con un gol arriba. Me detengo aquí. ¿Cómo puede ser que estando de su lado un asistente internacional no vea que tres tipos de azul habiliten a uno de Rojo? Querido, esos errores después te pueden cuestan caro. Con el gol de Vera, luego del gran centro de Tagliafico, el mejor lateral izquierdo del país, se simplificó el panorama. Si bien se perdió un poco la pelota, Cuesta (otro de Selección) se hizo inmenso y con Figal se bancaron los embates de Godoy Cruz. Ortiz también redondeó una buena noche, Rigoni siempre complicó y Barco coronó la velada con un golazo para terminar con un posible empate tombino. Las obras se ven, las deudas se van pagando y el equipo se va encaminando. Se van viendo los frutos. Vamos que no somos menos que nadie.
Beto Tisinovich
Diario Olé
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