Tras igualar nuevamente sin goles ante Chapecoense, Independiente quedó eliminado de la Sudamericana por penales en Brasil. El equipo de Milito no supo ganarlo en los 90, y pateó muy mal en la definición pese a tener dos oportunidades para quedarse con el partido.
No se puede creer, no alcanzan las palabras. Independiente, el Rey de Copas, el equipo del continente, fue eliminado por el modestísimo Chapecoense de Brasil, y en los 180 minutos no pudo encontrarle la vuelta al rival ni a la serie, y terminó yéndose lastimosamente al patear muy mal en la definición por penales.
En el transcurso del partido, el primer tiempo del Rojo fue prolijo, pero jamás punzante. La mediocridad de ambos equipos se hacía patente en la cancha, e Independiente sólo contaba con el voluntarismo de Vera y la fuerza del Torito Rodríguez.
En la segunda parte el encuentro se puso más activo de parte de ambos equipos, pero fue Chapecoense quien tuvo las chances más claras: tres tiros en los palos y un par de llegadas en las que definieron muy mal sobre la última línea marcaban la suerte del Rojo hasta el momento. El Marciano Ortiz, por su parte, tuvo la suya desde afuera, que impactó en el travesaño, y también Rigoni tuvo otra que definió afuera sobre la salida del arquero.
Los incidentes en la tribuna del Rojo demoraron el encuentro, que terminó yendo irremediablemente a los penales. La desidia con que fueron pateados algunos (Benítez, Sánchez Miño) no pudo con los errados del local y los dos que frenó Campaña. Dos veces lo tuvo Independiente para ganar, pero al final se quedó sin nada.
Emiliano Penelas
No se puede creer, no alcanzan las palabras. Independiente, el Rey de Copas, el equipo del continente, fue eliminado por el modestísimo Chapecoense de Brasil, y en los 180 minutos no pudo encontrarle la vuelta al rival ni a la serie, y terminó yéndose lastimosamente al patear muy mal en la definición por penales.
En el transcurso del partido, el primer tiempo del Rojo fue prolijo, pero jamás punzante. La mediocridad de ambos equipos se hacía patente en la cancha, e Independiente sólo contaba con el voluntarismo de Vera y la fuerza del Torito Rodríguez.
En la segunda parte el encuentro se puso más activo de parte de ambos equipos, pero fue Chapecoense quien tuvo las chances más claras: tres tiros en los palos y un par de llegadas en las que definieron muy mal sobre la última línea marcaban la suerte del Rojo hasta el momento. El Marciano Ortiz, por su parte, tuvo la suya desde afuera, que impactó en el travesaño, y también Rigoni tuvo otra que definió afuera sobre la salida del arquero.
Los incidentes en la tribuna del Rojo demoraron el encuentro, que terminó yendo irremediablemente a los penales. La desidia con que fueron pateados algunos (Benítez, Sánchez Miño) no pudo con los errados del local y los dos que frenó Campaña. Dos veces lo tuvo Independiente para ganar, pero al final se quedó sin nada.
Emiliano Penelas
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