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Los hinchas de Independiente no la pasaron bien en el Arena Condá, donde fueron fuertemente reprimidos por la policía. 

Foto: Nahuel Lanzillota


Corridas, palazos, gases, pasó de todo en la tribuna de Independiente cuando promediaba el segundo tiempo y los hinchas del Rojo se vieron acorralados por la policía brasileña. El partido estuvo detenido, porque hasta el campo de juego se sentían los efectos, y se pudo ver hasta al árbitro mojarse los ojos para evitar la irritación.

Noray Nakis, en el campo de juego, pedía un ambulancia "urgente" diciendo que había dos hinchas "gravemente heridos". "A la policía brasilera le gusta dar palos", contaba a la TV el Cebolla Rodríguez mientras seguía los incidentes.

Al final, cuando parecía que la intención de los uniformados era desalojar a los hinchas por completo,el partido se reanudó con menos de la mitad de la tribuna.

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