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Jugó mal Independiente, estuvo por perderlo sin atenuantes, pegó en los momentos justos y se llevó la victoria 3 a 1 sobre Banfield con goles de Tagliafico, Vera y Benítez. 

"Así es el fútbol" es una frase hecha, pero ayuda bastante para entender por qué es un juego sorprendente. Hoy en el sur del Gran Buenos Aires Independiente jugó muy mal por momentos, y sin embargo ganó sin objeciones por 3 a 1.

Un planteo tímido con un solo delantero, Vera, y Denis en el banco, quedó desmantelado apenas Gio Simeone puso el gol de Banfield de cabeza, aprovechando los errores defensivos del Rojo cada vez que cae un centro en el área. Desapareció de la cancha Independiente, borrado por un Taladro que se adueñaba de la pelota y el juego.

De golpe, Tagliafico, cumpliendo con la ley del ex, clavó un bombazo y empató las cosas. Y solo unos minutos después fue Viruta quien metió la cabeza en un corner para el 2 a 1 con el que terminó el primer tiempo. Ambos jugadores fueron lo mejor del Rojo en el partido. Cuesta, sobre la línea, salvó las papas del empate milagrosamente.

El segundo tiempo fue igual, aunque Banfield ya no iba con la misma convicción y el Rojo se encontró con algunas situaciones para definir. Y una de ellas fue otro pelotazo tremendo de Benítez para dejar clavado a Hilario Navarro y sentenciar el encuentro que lo vio ganador a Independiente por esas cosas que tiene el fútbol de hermosas: los goles.

Emiliano Penelas

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