En la ciudad en la que se está realizando el festival de cine, Independiente perdió con Aldosivi jugando muy mal y dejando en claro que hay muchos que no están a la altura del plantel que se pretende.
Mar del Plata vive en estos días el festival internacional de cine más importante de Latinoamérica. Independiente quería ser protagonista de una película con final feliz visitando a Aldosivi pero terminó siendo parte fundamental de una historia de terror, una réplica de los malos momentos que mostró el equipo antes de la llegada de Mauricio Pellegrino (que perdió el invicto por el torneo local) y lo peor de todo, quizás el punto más bajo desde el nuevo DT, incluyendo la eliminación en la Sudamericana.
Antes del cuarto de hora el Tiburón se ponía en ventaja por intermedio de Sand, en una jugada idéntica a la sufrida en Bogotá el jueves pasado. Un defensor que no salta, un delantero que lo supera por mucho y un arquero clavado a la línea. Lo mejor del Rojo se vio en los últimos cinco minutos de la primera etapa, con un par de llegadas que llevaron algo de inquietud a Campodónico.
En el segundo tiempo todo fue peor: un equipo sin reacción frente a un rival que se dedicó a controlar el partido y hasta pudo haber aumentado la cuenta,
Emiliano Penelas
Mar del Plata vive en estos días el festival internacional de cine más importante de Latinoamérica. Independiente quería ser protagonista de una película con final feliz visitando a Aldosivi pero terminó siendo parte fundamental de una historia de terror, una réplica de los malos momentos que mostró el equipo antes de la llegada de Mauricio Pellegrino (que perdió el invicto por el torneo local) y lo peor de todo, quizás el punto más bajo desde el nuevo DT, incluyendo la eliminación en la Sudamericana.
Antes del cuarto de hora el Tiburón se ponía en ventaja por intermedio de Sand, en una jugada idéntica a la sufrida en Bogotá el jueves pasado. Un defensor que no salta, un delantero que lo supera por mucho y un arquero clavado a la línea. Lo mejor del Rojo se vio en los últimos cinco minutos de la primera etapa, con un par de llegadas que llevaron algo de inquietud a Campodónico.
En el segundo tiempo todo fue peor: un equipo sin reacción frente a un rival que se dedicó a controlar el partido y hasta pudo haber aumentado la cuenta,
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