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En el último partido del semestre, Independiente se trajo un empate de Rosario y ya debe pensar seriamente en la segunda parte del año, donde además del técnico, deberán cambiar muchas cosas. Aguilera puso un golazo de tiro libre para abrir el marcador.


No la pasó bien el Rojo en Arroyito. Desde el primer minuto, Central apretó a un equipo que pareció salir desconcentrado desde el vestuario y antes de los 20 minutos ya merecía ir perdiendo. Un Independiente timorato, quedado y lleno de defensores que aún así no hacían pie en la marca ni sostenían la presión del Canalla.

Pero, el fútbol es otra cosa y de pronto cuando asomó la cabeza el Rojo se encontró con un tiro libre en el vértice del área y Aguilera la clavó al ángulo de Caranta, que voló para la foto. Era el 1 a 0 imprevisible casi sobre el final del primer tiempo, un premio gigante para el conjunto de Berón.

En la segunda parte las cosas no cambiaron: era Central el que empujaba contra el área Roja y transformaba de a poco a Diego Rodríguez en figura. Hasta que Franco Niell conectó de taco en el área chica el enésimo centro que llegaba hasta ahí, y ponía el empate.

Si Independiente ya no se dedicaba a atacar, desde ese momento solo quiso cuidar el puntito, con siete defensores en cancha. Claudio Aquino, milagrosamente, tuvo dos de contragolpe: una la tiró a la tribuna, la siguiente rompió el travesaño. Mereció perder Independiente, pudo haberlo ganado también. Se terminó el semestre y desde la próxima semana será Mauricio Pellegrino quien intente arreglar muchas cosas.

Emiliano Penelas

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