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Independiente cayó 3 a 1 con Boca y vio escaparse toda posibilidad de pelear el torneo en las ultimas fechas. Un grosero error de Diego Rodriguez a los 5 minutos condicionó todo el partido del Rojo, que terminó con 10 por la expulsión de Bellocq cuando parecía remontar.

Comenzaba el partido en la Bombonera y el Rojo parecía bien plantado. Le mostraba los dientes a Boca y mientras se estudiaban avisaba Mancuello de lejos. Apenas iban cinco minutos y un saque de abajo se complicó cuando el Ruso Rodriguez recibió de espaldas al arco en la linea de fondo y al querer salir para adentro terminó dejando la pelota a merced de Calleri para el 1 a 0. Gol de picado, de entrenamiento.

Eso desmoralizo y echó por tierra cualquier esquema. Independiente desapareció de la cancha. Nadie más jugó ni cruzó la mitad ni generó peligro. Fue todo chatura, nervios, tensiones antr un Boca muletto con la cabeza en la Sudamericana.

Para la segunda parte el Rojo quiso adelantarse, Boca esperaba y Pisano sacó un remate de la galera para empatar. El milagro podia darse en una cancha que permaneció muda por un instante. Fue breve porque Bellocq, desconcertado todo el partido, metió una mano ingenua rn mitad de cancha y vio la segunda amatilla.

Con un jugador menos el local supo explotar las debilidades defensivas del Rojo, sobre todo por los laterales, y liquidó la cuenta casi sin desgastarse. Para entonces, Almiron ya había decidido sacar otra vez a los dos armadores de juego, Pisano y Montenegro, y terminó apostando una vez mas a Benitez y Lucero para pasar desapercibidos.

Fin de todo para este Rojo, que caa vez que debió dar la talla pecó de inocencia y falta de convicción.

Emiliano Penelas

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