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Para el Rolfi "el gol tempranero" metió a Independiente en su propio arco y se le hizo difícil sostener la presión de River. Llamó a "aprender de los errores" porque "todavía queda mucho por delante".

"Tuvimos situaciones, pero se hizo muy difícil por la presión de River. Después del gol tempranero ellos salieron a meternos en un arco y lo consiguieron. Es un golpe pero no hay que bajar los brazos. Hay que seguir trabajando y aprender de los errores porque todavía queda mucho por delante", dijo Daniel Montenegro al salir del vestuario en el Monumental, pasada la medianoche del domingo.

Tras la negativa a hablar de Jorge Almirón, el Rolfi dio la cara y manifestó: "Sabíamos que iba a ser así. Esta es una cancha complicada para Independiente. Nos enfrentamos con un gran rival. Teníamos que estar precisos y por momentos lo conseguimos. Ellos están bien, con buen pie. No sé si ese resultado era tan abultado, pero el que aprovecha las chances es el que gana".

Por último, consultado por sus declaraciones en la semana que hablaban de las "debilidades de River", y a los insultos y silbidos que acompañaron su salida de la cancha a los 11 minutos del segundo tiempo, Montenegro aclaró: "Nunca le falté el respeto a nadie. Siempre dije que River es un gran equipo y quedó claro".

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