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El defensor describió sus sensaciones al anotar un golazo ante Ferro. Su último grito había sido hace siete años, jugando para Godoy Cruz.

"Lo más importante fue la victoria, y después, cuando queda una situación así, uno intenta patear y salió bien. Fue una emoción muy grande, hace tiempo que estoy en este Club y he pasado por cosas no tan buenas, por lo que cuando se da algo así, es más que satisfactorio", dijo Gabriel Vallés, al término del entrenamiento del jueves. 

Cuando se le consultó por si recordaba su último gol, el defensor recordó: "En el 2006, con Godoy Cruz ante Nueva Chicago. Pasó un tiempo…je. Fue una sensación rara, me quedó bien la pelota y por suerte entró".

Respecto a las claves de la victoria apuntó que "se tuvo la pelota y mucha paciencia. En ningún momento nos apuramos, hicimos el gol rápido y después supimos manejar la pelota, hasta que logramos convertir el segundo y cerramos el partido. No se arrancó bien el torneo, pero faltando poco en juego, esto le sirve al grupo un montón. Fuimos cambiando la actitud y el grupo que se formó, que es buenísimo. Es un conjunto de cosas para estar así".

"Veníamos por un buen camino, pero una victoria como estas te levanta el ánimo para cerrar bien la primera parte", finalizó.

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