Sin que le sobre nada, Independiente derrotó a Villa San Carlos en La Plata, consiguió su segundo triunfo en el campeonato, y se mantiene invicto en el ciclo De Felippe. Daniel Montenegro, el gol tras una muy buena jugada de Pisano, la figura, y Vallés.
Al Rojo le cuesta todo el triple, y sufre aunque juegue contra Villa San Carlos, un rival inédito en el historial, que viene último en el torneo y tiene un presupuesto modestísimo. Sin haber hecho ningún mérito en el primer tiempo, se fue en ventaja al descanso y supo mantener esa distancia, corta, justa, pese a que en la segunda parte tuvo chances de aumentar.
Fue al minuto de juego cuando el local ya advirtió los desajustes defensivos de este Independiente, y Diego Rodríguez debió intervenir nuevamente con justeza, aportando la solvencia que la línea de fondo no entrega. También sufrió un penal el conjunto de Berisso que el árbitro Pompei no vio. Y en la única que generó con peligro Pisano puso un pase en profundidad para un Vallés que funciona mejor en ofensiva y éste conectó al medio para que el Rolfi Montenegro gritara el único gol del partido.
En la segunda mitad el Rojo dispuso de tres clarísimas de forma consecutiva, con Montenegro, Pisano y Parra desperdiciando lo que hubiera liquidado el encuentro. Justificó así la victoria, aunque debió sufrir hasta el final el agónico 1 a 0 que significaron tres puntos que tranquilizan y ayudan a trabajar con más orden.
Emiliano Penelas
Al Rojo le cuesta todo el triple, y sufre aunque juegue contra Villa San Carlos, un rival inédito en el historial, que viene último en el torneo y tiene un presupuesto modestísimo. Sin haber hecho ningún mérito en el primer tiempo, se fue en ventaja al descanso y supo mantener esa distancia, corta, justa, pese a que en la segunda parte tuvo chances de aumentar.
Fue al minuto de juego cuando el local ya advirtió los desajustes defensivos de este Independiente, y Diego Rodríguez debió intervenir nuevamente con justeza, aportando la solvencia que la línea de fondo no entrega. También sufrió un penal el conjunto de Berisso que el árbitro Pompei no vio. Y en la única que generó con peligro Pisano puso un pase en profundidad para un Vallés que funciona mejor en ofensiva y éste conectó al medio para que el Rolfi Montenegro gritara el único gol del partido.
En la segunda mitad el Rojo dispuso de tres clarísimas de forma consecutiva, con Montenegro, Pisano y Parra desperdiciando lo que hubiera liquidado el encuentro. Justificó así la victoria, aunque debió sufrir hasta el final el agónico 1 a 0 que significaron tres puntos que tranquilizan y ayudan a trabajar con más orden.
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