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En el inicio de la B Nacional Independiente cayo ante Brown de Adrogue como local. El equipo de Brindisi mostro muy poco, sembro dudas y se fue silbado. 


Mal arranque del Rojo en un torneo que si bien tiene 42 jornadas se presentaba en el debut con todos los ingredientes para comenzar ganando, en casa y con las ilusiones renovadas de todos los hinchas que fueron a apoyar al equipo.

Sin embargo, desde el terreno de juego jamas se transmitio esa idea de juego asociado que se pretendía, ni siquiera una entereza a la hora de encarar el partido desde lo anímico, un shock emocional para contagiar o encender el ambiente.

Muy poco fue lo que se vio del Independiente que queríamos ver, y muy merecido fue lo de Brown, un conjunto que también participa por primera vez de esta categoría y que enfrentando al más grande rival de la temporada de visitante y sin público jamás especuló con tirarse atrás, le jugó de igual a igual y lo puso en más de un apuro al local.

Mucho quedará para revisar y replantear, desde la formación hasta el esquema de juego, pero principalmente la actitud con la que se encaró el partido.

Emiliano Penelas

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