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La figuración de los cinco clubes más populares en los primeros puestos cayó claramente en las recientes temporadas; el declive se acentuó en la última década; mayor riesgo de descenso y escasos títulos.

 
La sensación es extendida y compartida desde hace tiempo, pero para objetivarse necesita de un correlato con los datos de la realidad. La impresión dominante en el fútbol argentino de los últimos años habla de un marcado retroceso en la eficacia de los cinco equipos grandes -que durante más de la primera mitad del profesionalismo establecieron una supremacía apabullante- respecto de la de los demás competidores.
 
Ya no se trata únicamente del hecho de que en los años recientes la posibilidad de acceder al título se haya "democratizado" y hayan podido alcanzarla, en un lapso relativamente corto, equipos como Lanús, Banfield, Argentinos Juniors o Arsenal, o que las consagraciones de los más poderosos sean cada vez más esporádicas, o que los más grandes convivan cada vez más frecuentemente con el riesgo de irse al descenso, cosa que se concretó dos veces en las últimas tres temporadas. Si la mirada se extiende un poco más allá de esas situaciones extremas, la tendencia también se confirma.
 
En estas páginas, los cuadros reflejan esa situación a partir de la elección de un plazo razonable -los últimos treinta años, para que la mirada no quede minimizada- y de lapsos convenientes -cada tres temporadas-, de manera que pueda verse la evolución. Hay que tener en cuenta que, claramente, si la observación se hubiese extendido mucho más atrás en el tiempo, los datos serían mucho más categóricos: se llegaría a las épocas en las que el dominio de los grandes era incontestable, y el acceso del resto a las peleas importantes era mínimo.

El criterio, por supuesto uno entre otros posibles, fue medir cómo fue evolucionando la presencia de Boca, River, Independiente, racing y San Lorenzo, los cinco grandes, en las primeras tres posiciones de los torneos oficiales. En ese lapso, con lógicos altibajos, como se ve en el cuadro principal, hay una involución que se hace patente en estos últimos tres años, en los que el porcentaje de figuración es el menor de todos: de entre 18 posiciones "de podio" posibles (las tres de cada uno de los seis campeonatos de la temporada), apenas tres fueron ocupadas por alguno de los cinco más poderosos: en términos relativos, sólo el 17 por ciento. Y, como también queda marcado, es justamente la última década la que manifiesta una caída más pronunciada (50 por ciento en el lapso 2004/2007 y 22 por ciento en el período 2007/2010). Otra mirada, no reflejada en estos gráficos, podría extenderse a los cinco primeros puestos en lugar de los tres primeros: en ese caso la tendencia es igual, con este último período de tres años como el menos productivo para los grandes (23 por ciento -sólo 7 de treinta- de las primeras cinco posiciones en el período 2010/2013).
 
En el plano individual, siempre dentro de las últimas tres décadas y midiendo sus apariciones en los tres primeros puestos de los torneos, los equipos grandes a los que peor les fue son Independiente y Racing. La Academia apenas figuró siete veces en alguna de esas posiciones, sobre un total de 50 campeonatos; los Rojos, sólo nueve en 54 torneos (racing no participó en cuatro certámenes entre 1984 y 1985, tiempo en el que estuvo en la primera B). San Lorenzo registra doce figuraciones sobre 54 posibles; River, 29 sobre 52 competiciones (faltó a las dos de la temporada 2011/2012, cuando estuvo en la B Nacional) y Boca, 23 sobre 54.
 
Números muy diferentes a los que podrían obtenerse si se revisaran los albores del profesionalismo: en aquellos cinco primeros torneos del fútbol nacional, solamente cuatro veces (Estudiantes, 3° en 1931; Gimnasia y Esgrima La Plata, 5° en 1933; otra vez Estudiantes, 5° en 1934, y Vélez, 4° en 1935), se infiltraron entre los cinco primeros puestos de esos campeonatos. El resto se lo repartieron entre los cinco grandes, que monopolizaron los títulos durante las primeras tres décadas y media.
 
Las razones, de las cuales algunas se conjeturan por separado, son ya materia opinable, aunque también hay coincidencia general sobre varias de ellas. También lo es la valoración de la situación: hay quienes opinan que el emparejamiento es algo positivo y refleja una mayor transparencia, en contraposición a los que consideran que el retroceso de los equipos poderosos nunca es un síntoma sano.
 
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Torneos, en los últimos 30 años, fueron ganados por equipos no grandes, sobre 54.

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Títulos logró Vélez en los últimos 8 años; en ese lapso sólo lo iguala Boca.
 
Según las cifras
  • Ocho de los últimos diez campeones no fueron grandes. Con excepción de los títulos de Boca en el Apertura 08 y el Apertura 11, el resto fueron para Vélez (Clausura 09 y 11, e Inicial 12), Banfield (Apertura 09), Argentinos (Clausura 10), Estudiantes (Apertura 10), Arsenal (Clausura 12) y Newell's (Final 13).
  • Justamente entre el Clausura 09 y el Clausura 11, se dio la racha más larga de la historia sin títulos de equipos grandes, cuando ganaron Vélez, Banfield, Argentinos, Estudiantes y otra vez Vélez.
  • Al profesionalismo podría dividírselo en dos grandes lapsos. En los primeros 33 años (entre 1931 y 1966), todos los títulos se los repartieron los equipos grandes: 12 de River, 10 de Boca, 6 de racing, 5 de Independiente y 3 de San Lorenzo. Estudiantes, que ganó el Metro de 1967, fue el que rompió la regla de los grandes.
  • En las últimas cuatro Copas Libertadores, hubo 21 representantes argentinos y apenas tres fueron grandes. No hubo ninguno en 2010 (Banfield, Colón, Estudiantes, Lanús, Newell's y Vélez); sólo uno en 2011, Independiente (además estuvieron Argentinos, Estudiantes, Godoy Cruz y Vélez); uno en 2012, Boca (más Arsenal, Godoy Cruz, Lanús y Vélez) y uno en 2013, Boca (más Vélez, Newell's, Arsenal y Tigre).
  • En los últimos 30 años, tres de los cinco grandes descendieron: racing (1983), River (2011) e Independiente (2013). La única caída restante fue apenas antes de eso: San Lorenzo, en 1981. Además, jugaron la Promoción racing (le ganó a Belgrano, en 2008) y San Lorenzo (venció a Instituto en 2012).
Razones de una tendencia
Un argumento monetario: las recurrentes crisis económicas de los clubes grandes les impiden, desde hace ya tiempo, establecer las diferencias rotundas en las contrataciones que tiempo atrás se daban respecto de las entidades más modestas.
 
La TV acortó distancias: River y Boca siempre tuvieron ingresos muy superiores a los demás por derechos de TV. Antes del Fútbol para Todos, cobraban hasta cinco veces más que los equipos chicos. Hoy, los dos grandes siguen siendo los mejor pagos (42,2 millones pesos), pero el resto se les acercó. San Lorenzo, racing y Vélez cobran 31,7 millones por temporada y el resto de los equipos recibe 23,2 millones por año.
 
Sistema de juego: la configuración de la competencia, con los torneos cortos, tiende a igualar las posibilidades. Las carreras de largo aliento, se sabe, favorecen a los equipos con más recursos.
 
La formación de juveniles: una usina tradicional, en otro tiempo, de los poderosos, ahora se emparejó y muestra altibajos. Desde hace años, el club más reconocido en ese aspecto es Vélez.
 
Todos son vidriera: la globalización del mercado y el acceso a la información, que explotó en los años recientes, les permite a los clubes más humildes concretar las ventas de sus mejores jugadores directamente al exterior, sin el antiguo paso previo de las figuras por los clubes grandes antes de emigrar. Ahora, la condición de vidriera, que antes ostentaban sólo los más grandes, puede caberle a cualquier club.
 
Las figuras al exterior: una consecuencia del punto anterior; el constante éxodo de figuras también emparejó el fútbol.   Por Martín Castilla y Andrés Prestileo
Canchallena.com

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