Pleno para Independiente, que derrotó 3 a 1 a San Martin de San Juan, en un partido clave en la lucha por mantener la categoría. Cantaron Godoy y luego dos de Caicedo, la figura, para el Rojo.
Jugado a puro nervio y con las pulsaciones a mil, Independiente y San Martín protagonizaron un partido clave por el descenso, que parece haber condenado a los sanjuaninos y dado aire fresco al Rojo, que ahora solo mirará a Argentinos Jrs. de acá al final del torneo.
Con muchas imprecisiones y nervios, el primer tiempo era una disputa constante en la mitad de la cancha. El visitante tenía un planteo ordenado pero no pisaba el área y el Rojo manejaba la pelota sin tampoco poder crear situaciones de peligro. Hasta que un corner derivó en Fernando Godoy, que le pegó como venía y en el camino al arco se desvió en una pierna rival para descolocar al arquero y cantar el primero del partido.
Ése gol tranquilizo al Rojo y pareció desarmar el esquema rival. De a poco Independiente fue creciendo en el juego y Caicedo, que peleaba todas, se encontró mano a mano con Ardente para mandarla adentro y romper el maleficio con el gol. Independiente se iba al descanso con la tranquilidad del 2 a 0.
En la segunda parte, cuando pensábamos en el tercero, sorprendió el Verdinegro y Osorio aprovechó una desinteligencia entre los centrales del Rojo para meterse y anotar el descuento que trajo nuevamente nervios y desinteligencias. Pero era el día de Caicedo y peleandola, de arremetida y coraje pudo puntear la pelota y definir el partido que Independiente debía ganar.
Los tres puntos le dan mas aire al Rojo, que esperara por un traspié de Argentinos mañana ante Belgrano.
Emiliano Penelas
Jugado a puro nervio y con las pulsaciones a mil, Independiente y San Martín protagonizaron un partido clave por el descenso, que parece haber condenado a los sanjuaninos y dado aire fresco al Rojo, que ahora solo mirará a Argentinos Jrs. de acá al final del torneo.
Con muchas imprecisiones y nervios, el primer tiempo era una disputa constante en la mitad de la cancha. El visitante tenía un planteo ordenado pero no pisaba el área y el Rojo manejaba la pelota sin tampoco poder crear situaciones de peligro. Hasta que un corner derivó en Fernando Godoy, que le pegó como venía y en el camino al arco se desvió en una pierna rival para descolocar al arquero y cantar el primero del partido.
Ése gol tranquilizo al Rojo y pareció desarmar el esquema rival. De a poco Independiente fue creciendo en el juego y Caicedo, que peleaba todas, se encontró mano a mano con Ardente para mandarla adentro y romper el maleficio con el gol. Independiente se iba al descanso con la tranquilidad del 2 a 0.
En la segunda parte, cuando pensábamos en el tercero, sorprendió el Verdinegro y Osorio aprovechó una desinteligencia entre los centrales del Rojo para meterse y anotar el descuento que trajo nuevamente nervios y desinteligencias. Pero era el día de Caicedo y peleandola, de arremetida y coraje pudo puntear la pelota y definir el partido que Independiente debía ganar.
Los tres puntos le dan mas aire al Rojo, que esperara por un traspié de Argentinos mañana ante Belgrano.
Emiliano Penelas
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