0
El Rojo eliminó a Boca de la Copa Sudamericana. Con un planteo conservador, y un hombre menos todo el segundo tiempo, hizo valer el empate conseguido en la ida en la Bombonera. Un mimo antes de la asunción de Gallego.

Con un técnico interino trabajando a las órdenes de otro que oficialmente asumirá mañana, el Rojo asumía el compromiso copero sabiendo que lo suyo es otra cosa. Pero también sabiendo que enfrente estaba Boca, que era un clásico, y que tenía cierta ventaja deportiva interesante luego del 3 a 3 conseguido la semana pasada en la Bombonera.

Por eso, y pese a un planteo que fue un poco tímido, pero que se vio justificado en la temprana expulsión en el segundo tiempo de Eduardo Tuzzio, y las molestias que desde el descanso arrastraban Vargas y Santana, terminó haciendo su negocio y el 0 a 0 fue festejado como el mimo que significó para este momento.

Cuando intentó jugar al fútbol fue Rosales quien más hizo por eso, acompañado por Vargas, dueño del mediocampo, y de la velocidad de Vidal arriba. En la defensa, con un cambio posicional entre Tula y Tuzzio, fue el recién incorporado quien más se lució, siendo el patrón del encuentro.

Muchos festejos al final y el desahogo de haber eliminado a un rival clásico de la Sudamericana. Pero la verdadera historia comienza mañana.

Emiliano Penelas

Publicar un comentario