En un partido que estuvo a punto de suspenderse nuevamente por un prolongado corte de luz, Independiente y Velez igualaron sin goles. El Rojo tuvo un momento de ráfaga y mereció un poquito mas.
El encuentro que se habia suspendido el sabado estuvo a punto de entrar al Guiness cuando a los 16 minutos del primer tiempo un corte de energía eléctrica dejó sin luz al Libertadores de América por ¡45 minutos! Hasta ese momento era un poco mejor lo de Independiente, que tímidamente se le animaba al Fortin. Sin embargo, algo cambió y aunque fue Rosales el que tuvo la mas clara, era Velez el que dominaria el resto del primer tiempo.
En el inicio del segundo estuvo lo mejor del Rojo, con un Farias inspirado y una buena labor en el medio supo apretar y consiguió minutos de buena circulación y fútbol que mereció coronar en la red. Era buena la tarea en defensa de Tuzzio y Tula y ratificaba lo hecho en el primer tiempo Santana.
Sin embargo, el top del cuarto de hora parece condicionar al equipo y se fue cayendo de a poco. Ni siquiera el tiempo que tuvo a uno mas pudo desequibrar.
De lo que quedó fue una buena señal la aparición de Fabian Vargas. Pese a notarse un poco mas lento que el resto, el colombiano supo aportar marca y cambio de ritmo en el medio. El empate vuelve a dejar un sinsabor en la gente, que por momentos se impaciento demasiado y sobre el final pidió, como es previsible, ganar el clásico.
Emiliano Penelas
En el inicio del segundo estuvo lo mejor del Rojo, con un Farias inspirado y una buena labor en el medio supo apretar y consiguió minutos de buena circulación y fútbol que mereció coronar en la red. Era buena la tarea en defensa de Tuzzio y Tula y ratificaba lo hecho en el primer tiempo Santana.
Sin embargo, el top del cuarto de hora parece condicionar al equipo y se fue cayendo de a poco. Ni siquiera el tiempo que tuvo a uno mas pudo desequibrar.
De lo que quedó fue una buena señal la aparición de Fabian Vargas. Pese a notarse un poco mas lento que el resto, el colombiano supo aportar marca y cambio de ritmo en el medio. El empate vuelve a dejar un sinsabor en la gente, que por momentos se impaciento demasiado y sobre el final pidió, como es previsible, ganar el clásico.
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