Independiente, que no despega y se hunde sin poder ganar, pudo verse reflejado en San Lorenzo, hoy condenado al menos a jugar la Promoción, tras un 0 a 0 para el olvido.
En una tarde gelida Independiente empato sin goles ante San Lorenzo, que definirá su camino en la Promoción o el descenso directo. El partido fue muy malo, y el Rojo jugó casi todo el segundo tiempo con diez tras la expulsión de Velazquez. Pero eso no es todo, o al menos eso sería apenas un resumen de la tarde en la que Milito jugó su último partido como local.
Sucede que el equipo de Cristian Díaz, muy que le pese al entrenador, no llegó mas que dos veces en todo el partido y mereció perder ante un Ciclón que mostró todo su repertorio de errores matizados con un poco de amor propio. El Rojo, de local y sin mas opciones que ganar, se replego y jugó de contra esperando lo que hiciera el rival.
La situación empeoro cuando Velazquez vio la roja apenas empezado el segundo tiempo. Pocos entendieron los cambios y por qué terminaron Parra y Benitez en el banco. Pero la sensación final al ver las caras de San Lorenzo era saber que no falta mucho para verse así.
Emiliano Penelas
En una tarde gelida Independiente empato sin goles ante San Lorenzo, que definirá su camino en la Promoción o el descenso directo. El partido fue muy malo, y el Rojo jugó casi todo el segundo tiempo con diez tras la expulsión de Velazquez. Pero eso no es todo, o al menos eso sería apenas un resumen de la tarde en la que Milito jugó su último partido como local.
Sucede que el equipo de Cristian Díaz, muy que le pese al entrenador, no llegó mas que dos veces en todo el partido y mereció perder ante un Ciclón que mostró todo su repertorio de errores matizados con un poco de amor propio. El Rojo, de local y sin mas opciones que ganar, se replego y jugó de contra esperando lo que hiciera el rival.
La situación empeoro cuando Velazquez vio la roja apenas empezado el segundo tiempo. Pocos entendieron los cambios y por qué terminaron Parra y Benitez en el banco. Pero la sensación final al ver las caras de San Lorenzo era saber que no falta mucho para verse así.
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