Independiente desarrolló todo su potencial en la segunda parte y derrotó con claridad a un Banfield que solo vino a defenderse. El Malevo Ferreyra y Farías, los goles del 2 a 0 bajo la lluvia.
Bajo una llovizna persistente y con un frío que anticipa el invierno, el primer tiempo de Independiente y Banfield hacía extrañar el living de la casa, la tele y la estufa. Con el Taladro metido atrás y el Rojo sin ideas, lo más destacable eran un par de situaciones polémicas que Laverni ignoró, y la salida temprana por lesión de Lucas Villafáñez.
El segundo período fue todo lo contrario: el equipo de Cristian Díaz salió a buscarlo con otra actitud y el fútbol aparecía en los pies de Monserrat, en otro gran partido, de Patito Rodríguez, y de Pizzini, el joven que entró al banco a ultimo momento y suplantando a Villafañez cumplió con creces en su segundo parido en Primera. Pero Independiente iba y el arco se le cerraba.
Hasta que Osmar Ferreyra clavó un zapatazo infernal al ángulo y rompió la férrea defensa de Banfield. El partido se abrió, el Rojo empezó a tocar y el Taladro se vio obligado a salir, dejando espacios atrás. Un gran centro del Malevo encontró a Farías en zona de goleadores y definió el partido para hacernos olvidar por un rato del frio y la lluvia.
Emiliano Penelas
Bajo una llovizna persistente y con un frío que anticipa el invierno, el primer tiempo de Independiente y Banfield hacía extrañar el living de la casa, la tele y la estufa. Con el Taladro metido atrás y el Rojo sin ideas, lo más destacable eran un par de situaciones polémicas que Laverni ignoró, y la salida temprana por lesión de Lucas Villafáñez.
El segundo período fue todo lo contrario: el equipo de Cristian Díaz salió a buscarlo con otra actitud y el fútbol aparecía en los pies de Monserrat, en otro gran partido, de Patito Rodríguez, y de Pizzini, el joven que entró al banco a ultimo momento y suplantando a Villafañez cumplió con creces en su segundo parido en Primera. Pero Independiente iba y el arco se le cerraba.
Hasta que Osmar Ferreyra clavó un zapatazo infernal al ángulo y rompió la férrea defensa de Banfield. El partido se abrió, el Rojo empezó a tocar y el Taladro se vio obligado a salir, dejando espacios atrás. Un gran centro del Malevo encontró a Farías en zona de goleadores y definió el partido para hacernos olvidar por un rato del frio y la lluvia.
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