El Rojo jugó un partido muy malo y Boca lo superaba, con Hilario como figura. Pero entró el pibe y con muy poquito complicó, tiró un centro y de carambola, entró y gritamos campeones del verano.
Sin mostrar nada y alcanzando el gol sobre la hora y de casualidad, Independiente se consagró campeón de la Copa de Oro al derrotar a Boca por la mínima.
Tras un primer tiempo en el que Independiente casi no atacó, y Boca lo castigaba por todos los laterales, el Rojo entró a jugar el segundo un poco más arriba.
Pero todo era del campeón del fútbol argentino y los de Ramón mostraban muy poco en la cancha. Hilario, que tapó tres clarísimos mano a mano, era la figura del Rojo y del partido.
Ramón no metía en cancha a Benítez, el pibe que todos queríamos ver y que con muy poco activó la línea del frente. Cerca del final Cvitanich se fue expulsado por una durísima entrada a Julián Velázquez, y el pibe aprovechó la banda para llegar a tirar un centro picante que Franco Sosa pifió y Schiavi terminó metiendo adentro de su propio arco.
Era una carambola, pero era el gol sobre la hora. Fue poco, pero alcanzó para gritarlo.
Emiliano Penelas

Tras un primer tiempo en el que Independiente casi no atacó, y Boca lo castigaba por todos los laterales, el Rojo entró a jugar el segundo un poco más arriba.
Pero todo era del campeón del fútbol argentino y los de Ramón mostraban muy poco en la cancha. Hilario, que tapó tres clarísimos mano a mano, era la figura del Rojo y del partido.
Ramón no metía en cancha a Benítez, el pibe que todos queríamos ver y que con muy poco activó la línea del frente. Cerca del final Cvitanich se fue expulsado por una durísima entrada a Julián Velázquez, y el pibe aprovechó la banda para llegar a tirar un centro picante que Franco Sosa pifió y Schiavi terminó metiendo adentro de su propio arco.
Era una carambola, pero era el gol sobre la hora. Fue poco, pero alcanzó para gritarlo.
Emiliano Penelas
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