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En medio de un temporal, el Rojo jugó el mejor partido de la era Ramón Díaz, goleó a Olimpo por 3 a 0, y pudieron ser más. Gran partido de Tuzzio, autor de un gol y asistidor de Parra en el tercero. El restante, Iván Pérez. Interesante debut del juvenil Benítez.

El Rojo, que llevaba tres partidos sin ganar, derrotó a Olimpo en un partido clave para la remontada y lo hizo con autoridad, ante un equipo que no mostró nada y que vino a Avellaneda a embarrar la cancha y ensuciar el juego.

Pero justamente el barro y la suciedad la pusieron una tormenta de proporciones que se desató apenas comenzado el encuentro, y cuando todo parecía venirse abajo, cielo incluído, Independiente pudo abrir el marcador y traer un poco de luz a la cancha. Fue Tuzzio, que coronó otro gran partido, quien comenzó la jugada y la terminó, yendo a buscar el centro bajo el arco, en posición de 9, donde sólo tuvo que empujarla.

En el segundo tiempo, apenas cuatro minutos le llevó al Rojo aumentar la ventaja, con un gran gol de Iván Pérez, acomodándose de pie a pie para definir. Olimpo se quedó con diez por la expulsión de Musto, y en el roce del encuentro el juez bien pudo haber sacado la roja a Faccioli, que metió un codazo implacable delante del juez de línea, que hizo como si no hubiera visto nada.

El Rojo mcontrolaba todo, el ingreso del juvenil Martín Benítez hizo trastabillar aún más a la defensa visitante, y Matías Defederico desparramaba rivales con la misma facilidad que se comía goles. Hasta que a los 32' Parra cerraba la cuenta asistido por Tuzzio.

El aguacero siguió, pero a nadie le importaba porque se iba del Libertadores de América con una sonrisa grande como hacía tiempo se esperaba.

Emiliano Penelas

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