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El Vikingo dijo que aceptaría un ofrecimiento de Independiente, pero puso reparos con quienes conducen al Club desde hace ocho años. Dijo que no se lo cuidó a él, Pastoriza y Bertoni y que siente que ya le "bajaron el pulgar".

Enzo Trossero, uno de los máximos ídolos de la historia de Independiente, ganador de todo lo que jugó, es siempre uno de los nombres que suenan cada vez que se abre el cargo de director técnico. Por eso, ante la salida de Mohamed, el Vikingo volvió a estar en la danza de candidatos, pero esta vez expresó su reparos con la dirigencia del Club.

"Nunca me bajaría de dirigirlo, en 2000 salimos subcampeones y sería hermoso volver, pero hay condiciones y condiciones", dijo en declaraciones a Radio Rivadavia.

"Fue muy desprolijo lo que hizo (Andrés Ducatenzeiler) y Comparada tuvo que agarrar un fierro caliente. Hay un conflicto dirigencial, con un Club endeudado y que venden jugadores muy jóvenes y se perdió mucho dinero por ese mal manejo", analizó.

"A mí, a Bertoni o a Pastoriza en su última etapa no se los cuidó nunca. Se vendieron jugadores y no se los respaldó con un equipo competitivo", agregó, y continuó con su reclamo al manifestar que "votaron en contra de mi vuelta en su momento porque hay gente que sigue desde la época de Ducatenzeiler y con ellos tengo serias discrepancias".

"Si me vienen a buscar, me siento a hablar sin problemas. No pondría ninguna condición pero sé que hay dirigentes que me bajaron el pulgar", cerró.

Por último, respecto a la salida de Mohamed, expresó: "No me gusta que pasen estas cosas, que lo dejen solo con la barra brava, así es muy difícil".

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