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Luego de un primer tiempo desperdiciado, Independiente se acordó de jugar algo en los últimos minutos. Pudo un poco más, pero el resultado justifica la pobreza general de lo que se vio en La Paternal.

Otra vez la historia repetida. El Rojo dejó pasar gran parte del partido sin mostrar actitud ni juego. Los primeros 45 minutos fueron una pésima imagen de ambos equipos. El de Mohamed, otra vez sin nadie que se hiciera cargo de la pelota, sin identidad de juego y sin peso en ataque.

En el fondo, la buena tarea que llevaban adelante los dos Velázquez, Maxi siendo carrilero y llegando al fondo desde la banda, jugando contra los de Argentinos y contra el Malevo Ferreyra, siempre obstruyendo, y la Avispa, con sobriedad y efectividad. Sin embargo, eso no alcanzaba y todo se desmoronaba al momento de crear.

En la segunda parte algo cambió. Creció muchísimo la labor de Tuzzio, primero como doble cinco, luego bajando a la defensa, y el ingreso de Núñez e Iván Pérez empezaron a nutrir un poco más a Parra y Marco Pérez. El Bicho tuvo las suyas, aunque esta vez Hilario respondió con seguridad. El colombiano desperdició una bajo el arco, y Parra estrelló el travesaño en un cabezazo. Sobre el final, no se ligó, pero en el global, poco se hizo para llevarse los tres puntos.

La despedida, entre silbidos mezclados con aplauso, primó cierta indiferencia y el sabor de que se podía haber hecho más para ganar el partido.

Emiliano Penelas

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Darilo dijo... 29 de agosto de 2011, 8:56 a.m.

Atribuiría esta incapacidad para sacar adelante los partidos a la mediocridad y poca inteligencia (quizás desinterés) que tiene este plantel. Ayer, al igual que en la final con el Inter, era cuestión de manejar la pelota con inteligencia y no caer en el "ver qué pasa". Otra vez el DT repite el esquema 4-4-2, ahora con Tuzzio y Pellerano de doble 5, inentendible.
Abrazo.

La Caldera del Diablo dijo... 29 de agosto de 2011, 9:29 a.m.

Coincido con vos. Sólo que para mi, la inclusión de Tuzzio en el medio es una buena, porque es el único que puede jugar, pelear y distribuir. Ante la saturación de centrales, prefiero que vaya de 5, aunque no de "doble". El resto, una apatía increíble, y como siempre, la falta de un enganche...