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Independiente igualó con la Liga de Quito y ya no tiene chances de seguir en la Libertadores. Núñez, de penal, había puesto en ventaja al Rojo. En una acción desafortunada, Julián Velázquez anotó en contra para el empate.


El Rojo salió a jugar ante Liga sabiendo que sólo le servía ganar. Con algo de presión encima, los primeros minutos fueron para el conjunto ecuatoriano, hasta que los de Mohamed se encontraron con un momento bisagra: pase de Patito para Núñez, que remata al arco adelantado, Galeano va al rebote y en una jugada confusa Torres termina pitando penal.

A Leonel Núñez poco le importó y convirtió el gol que le daba la tranquilidad necesaria a los de Mohamed para comenzar a dominar las acciones. Desde ese momento, la visita, sabiendo que hasta una derrota por poco era negocio ya que definía en la altura de Quito, no se preocupó por atacar, y el Rojo llevaba peligro en cuenta gotas, pero con toque asociado y buen pie.


En la segunda parte los primeros minutos Independiente perdió la mitad de cancha, jugó demasiado al offside y entregó terreno de juego. Hasta que una le salió a la Liga, Barcos llegó al fondo y su remate, que primero se desvió en Tuzzio, terminó siendo impulsado de taco por Julián Velázquez en contra de su propio arco.

El empate fue un baldazo pero el Rojo se fue a buscarlo con todo. La Avispa, buscando rehabilitación, perdió dos cabezazos claros, Silvera fue un enganche tirado hacia adelante y Núñez estrelló un remate en el palo.

De nada sirvió tampoco los ingresos de Parra, que en la primera definió cruzado apenas afuera, ni de Gracián, esta vez rápido pero sin demasiada compañía para jugar. El tiempo pasaba y el empate se iba asentando en el tanteador. Sobre el final, una mezcla de desazón y cierto comentario de "ahora dediquémonos a sumar puntos en el Clausura".

Emiliano Penelas

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