El reencuentro del Club Atlético Peñarol con la Copa Libertadores viene generando una ansiedad importante en los hinchas. Se vive el clima previo con una expectativa tremenda desde el día en que fueron sorteados los grupos, con la particularidad de que fuimos descubriendo nuestros rivales con el paso de las semanas.
Cuando sólo faltaba identificar al último rival se siguió de cerca el cruce previo con Deportivo Quito con la peculiaridad de que la amplia mayoría de los Carboneros esperaban que el Rojo resulte vencedor en ese choque por diversos factores: evitar la altura de Quito, tener un viaje accesible para seguir a Peñarol fuera del país y reeditar un duelo histórico.
Ese es el contexto en el que se dará el partido, en cuanto a lo futbolístico el Aurinegro va a enfrentar la Copa con un plantel renovado, con más de una decena de variantes respecto del grupo que finalizó la actividad en 2010.
El primer cambio trascendente es el de DT, regresó el entrenador que logró el Campeonato Uruguayo 2009-2010 tras remontar 10 puntos de desventaja en la Tabla Anual, arrasando el Torneo Clausura en el que solamente perdió dos puntos y venciendo al tradicional rival en las finales. Diego Aguirre, que fue candidato en Independiente antes de la llegada de Mohamed, no solo es un entrenador con un perfil de juego moderno al que acompañan los resultados, es una persona vinculada a la mística histórica del Club Atlético Peñarol por su paso como futbolista en el que fue determinante con un gol en el último segundo para obtener la Copa Libertadores de 1987.
El período de pases a juicio de hinchas, cuerpo técnico y prensa ha sido excelente, como comentaba anteriormente, fueron incorporados más de diez jugadores reforzando prácticamente todos los puestos. Además de varios futbolistas que destacaron durante la anterior temporada en el medio local (Edison Torres y Matías Mier), llegaron desde Europa el defensa Carlos Valdez, y los volantes Luis Aguiar y Jonathan Urretaviscaya; a ellos se suma Juan Manuel Olivera, goleador ex Universidad de Chile que estaba en Arabia.
El debut en el torneo local fue decididamente malo, si bien el resultado no se corresponde con lo que fue el partido la caída fue estrepitosa: 3 a 0 ante un rival con serias posibilidades de descender. Afortunadamente la recuperación fue rápida, victoria 2 a 1 ante Wanderers con algunos destellos de buen juego pero aún con la necesidad de corregir muchos errores.
La estructura básica que propone Aguirre está compuesta por una línea de cuatro defensas, habitualmente Matías Corujo, Carlos Valdez, Guillermo Rodríguez (ex Independiente) y Darío Rodríguez, por delante de ellos dos volantes de marca: Edison Torres y Nicolás Freitas o Nicolás Domingo, dos volantes externos que son los que intentan generar el juego ofensivo por las bandas y seguramente terminen siendo Luis Aguiar y Jonathan Urretaviscaya (hasta el momento no ha podido jugar por una demora en la habilitación) y en el ataque Antonio Pacheco y Juan Manuel Olivera. En el arco se ha dado una situación un tanto particular, Sebastián Sosa venía siendo el portero indiscutido en las últimas temporadas, pero con la llegada de Fabián Carini se ha dado una interesante disputa por el puesto; tanto es así que de los dos primeros partidos del torneo local han jugado uno cada uno.
No caben dudas que los choques contra Independiente serán dignos de una Copa Libertadores, Peñarol deberá mostrar de arranque que la ilusión de la gente en hacer un buen torneo tiene sustento en lo que hace el equipo en la cancha.
Álvaro Cabrera
Director de Campeón del Siglo
Especial para La Caldera del Diablo
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