2

La calabaza se deshizo rápidamente, y el Rojo volvió a ser el que era antes de ganar el clásico. Sin personalidad, sin fútbol y sin ideas, pudo haber sido goleado por All Boys. Encima, perdió a Gabbarini y Godoy, lesionados en el primer tiempo, y el Patito Rodríguez se fue expulsado ingenuamente en el segundo.

Queda claro que hace una semana, cuando la figura del Rojo era su arquero Hilario Navarro, la llegada de Mohamed quizás influía sólo en alguna fibra íntima de un equipo que el propio entrernador calificó como "caído". Pues bien, sólo pasó una semana de aquella primavera triunfalista frente a los vecinos, para que el Rojo volviera a mostrarnos la misma cara de todos los fines de semana.

Quienes lo seguimos por todas las canchas sabemos que este equipo es un entramado de debilidades, que carece no sólo del juego y la presencia que se le suele reclamar, sino que además da muestras de apatía incomprensibles para muchos jugadores que visten la camiseta de un grande en Primera división.

Sobre eso quizás deba trabajar el Turco, más allá de insistir en conceptos básicos como la pelota parada: Independiente tuvo al menos cuatro tiros libres en posición clara de ataque, cerca del área en una cancha pequeña, y no supo aprovechar ninguna.

Habrá sin dudas muchs excusas para sobrellevar esta nueva derrota, que si no fue más abultada es porque All Boys es un equipo con limitaciones que lucha por mantener la categoría. Algunos hablarán de que fue una formación "alternativa", aunque en este Independiente pocos pueden nombrarse como titulares.

Otros dirán que sorprendió el gol tempranero (uno en cada tiempo) y también que afectó la rápida pérdida de dos jugadores por lesión. Lo cierto es que la imagen dejada en Floresta es la misma que venimos viendo desde la primer estación, Liniers. Ojalá el martes nos regalen otra cosa.

Emiliano Penelas

Publicar un comentario

Darilo dijo... 17 de octubre de 2010, 12:13 p.m.

Los hinchas y medios partidarios tenemos que hacer un mea culpa también del excesivo festejo en el clásico, esa primavera triunfalista de la que hablás, cuando sabemos cuál es nuestra verdadera realidad, a nivel institucional y deportivo.

Sí, es calamitosa.

Abrazo.

La Caldera del Diablo dijo... 17 de octubre de 2010, 4:09 p.m.

Darilo: nosotros dijimos que el clásico no cambió nada, que Hilario fue la figura, y que ganamos con la camiseta. De todas maneras, la necesidad de festejarlo siempre puede más. La realidad es la que se vio ayer con All Boys, pero también deseamos ganar en la Copa y seguir adelante.
Abrazo

Emiliano