El futuro de Américo Gallego, quien prefirió irse sin realizar declaraciones, depende del presidente Julio Comparada. Los últimos partidos cambiaron una historia de final feliz a una de tragedia de Shakespeare. La derrota con Boca sumada a la caída con Argentinos en la manera en que se dio dejaron al Tolo con menos crédito en la gente del Rojo y si bien estaría con fuerzas para firmar su continuidad, todo se someterá a la decisión que adopte el Presidente.
El gol de Caruzzo no sólo sentenció el triunfo de Argentinos sino que se encargó de ponerle puntos suspensivos a la renovación del Tolo al frente de Independiente. Apenas unas semanas atrás el propio Julio Comparada se encargaba de señalar que estaba todo acordado para seguir con el técnico en el proceso comenzado hace un poco más de una temporada. Pero perder con Boca lo llevó a Gallego a realizar declaraciones desafortunadas hacia el plantel y poner en dudas su renovación. Claro está que horas después llegaron los pedidos de disculpas para con sus dirigidos y el reconocimiento de haber declarado en caliente ya que no pensaba dejar el Club.
Todas estas situaciones generaron malestar en el seno del plantel y no por nada el jueves pasado el DT tuvo que volver a hablar con sus jugadores para limar alguna aspereza que no había sido limada. Bajo ese ambiente el Rojo salió a enfrentar al Bicho y el final de la historia en La Paternal fue desestabilizador. Y ojo que hubo de todo. Porque habrá que revisar la lesión de Andrés Silvera, quien se ausentó del entrenamiento el pasado jueves, a los quince minutos de juego sin piques ni faltas recibidas. Las discusiones entre Tuzzio, Acevedo y Vella luego de que el Rojo alcanzara el empate y el silencio de todo Independiente al dejar La Paternal, aunque en el vestuario hubo pase de factura por parte del Tolo.
Los hinchas no dejan de responsabilizar a Gallego de la estruendosa derrota, esa que dolió muchísimo por cómo se dio y porque el Tolo pifió en el cambio. Se podría decir que se rompió algo en esa relación. Pero la relación que importa es la de la dirigencia, con JC a la cabeza respecto de Gallego. El Presidente, como hincha, seguramente no le renovaría el contrato si se lo preguntaban al final de partido. De todos modos el criterio será otro seguramente a medida que todo se enfríe.
Desde el entorno del entrenador se deslizó que Gallego está con fuerzas para embarcarse en una nueva temporada junto a Independiente y mañana mismo firmaría su renovación. Así será que las próximas horas serán decisivas para saber si el proyecto Tolo sigue en pie.
Luis Stocik
Un cambio que lo marcará
El Tolo pifió en una variante y el Rojo lo terminó pagando muy caro. La gente lo condenó. Cuando el cartel se encendió anticipando que la variante el hincha de Independiente maldijo, los de Argentinos respiraron aliviados y el resto no dejó de sorprenderse. Es que Leonel Núñez hasta el fatídico minuto veintiséis del complemento no solo había convertido dos goles a su ex club sino que era la figura indiscutida del encuentro y el protagonista del caos dentro de Argentinos Juniors.
Américo Gallego decidió reemplazarlo con mucho tiempo por jugar aunque con el encuentro 3 a 1 a favor. Minutos antes hubo un diálogo del técnico con el jugador en el que Núñez le pidió el cambio. Es necesario aclarar que el Gordo con sus dos goles había puesto a toda la gente del Bicho en llamas e incluso esa ira se había trasladado a los jugadores, muchos amigos del ex Bicho, quienes comenzaron a maltratarlo y a recordarle de dónde había salido. Todo se sumó, seguramente, a que el enganche terminara por convencerse que lo mejor era dejar la cancha, cosa que sucedió a los veintiséis; un rato después del diálogo sostenido con el Tolo.
De inmediato los hinchas del Rojo putearon, obviamente sin saber el backstage, pero más allá de que el cambio fue pedido por el jugador la elección del reemplazante corrió por cuenta de Gallego. El mismo que unos minutos antes había mandado a la cancha a Fernando Godoy, un cinco, a jugar de volante por derecha. Así fue que el Tolo le dio luz verde a Gabriel Vallés, quien se ubicó por el sector derecho a fin de tapar las proyecciones de Fede Domínguez y además colaborar en la contención. Con el resultado puesto es fácil opinar pero se le reprochará de por vida no habérsela jugado con Leandro Gracián para no darle esperanzas al Bicho y sostener el partido lejos del área de Gabbarini. De esta manera Independiente quedó con cuatro en el fondo, cuatro volantes y Gandín junto a Fede González en ofensiva pero desconectados.
Diario Popular, lunes 10 de mayo de 2010.
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