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Compañero de la hinchada Roja: quizá no me hayas visto jugar, tal vez tu padre o tu abuelo, si. Pero de lo que estoy seguro que alguna vez has oído hablar de mí.

Llegue a tu país por primera vez allá por 1932, yo jugaba en la Selección de la Cruz Roja. Te preguntarás ¿por qué una Selección de la Cruz Roja?

Mi país había entrado en guerra con un país hermano. Mi país se llama Paraguay y el país hermano Bolivia.

Yo tenía 18 años recién cumplidos y los intereses petroleros de las empresas estadounidenses provocaron una sangrienta guerra que comenzó a devastar vidas jóvenes en ambos países. Estaba por partir al frente de combate cuando un oficial me apartó de la tropa y me llevó a la retaguardia, a la Cruz Roja justamente en donde se formó un seleccionado de fútbol que realizaría giras por países limítrofes para recaudar fondos para insumos médicos que permitieran atender a los mutilados de la sangrienta guerra fratricida.

De allí en más la historia es bastante conocida, me vieron jugar en Buenos Aires dirigentes de Independiente, entre ellos el Sr. Alfredo Roche y me trajeron en 1934 para Avellaneda, lejos del fragor de la batalla, lejos de la sangre derramada, lejos de la devastación.

Cambié el Rojo de la cruz por el Rojo de los Diablos. Cambié armas por goles. Y me esmeraba por hacer de cada gol una obra de arte, quería demostrarles a los avellanedenses que este tocador de arpa guaranítica se jugaba entero por esa divisa y me propuse ser el goleador máximo de la historia del fútbol. Y así comencé a batir records: convertí 293 goles en partidos oficiales. Mi promedio de gol fue de 0,88 por partido y jugué 333 partidos oficiales. Fui el goleador del campeonato en 1937, 1938 y 1939 con 47, 43 y 40 goles respectivamente. Junto a Bernabé Ferreyra fui el único jugador que marcó más de 40 goles en un solo campeonato y lo hice en 3 oportunidades. Fui el único jugador que convirtió 47 goles en 34 partidos o sea 1,38 goles por partido. Señalé en 1936 11 goles en 6 partidos consecutivos (1 a Boca; 2 a Huracán; 1 a FCO; 3 a Chacarita; 2 a Argentinos Jrs; 2 a racing). Fui el único jugador del fútbol argentino que le marcó 20 goles a un mismo arquero (Rotman).

Soy Paraguayo, me llamo Arsenio Erico y me gustaría ver que alguna vez la hinchada de Independiente, mí hinchada, despliegue una gran bandera paraguaya con mi nombre, ese sería mi mejor homenaje.

Publicado por Independiente Místico el lunes 30 de noviembre de 2009.

Nota de La Caldera del Diablo: recomendamos leer la biografía "Arsenio Erico, el ángel que jugó para los Diablos", de Catalo Bogado Bordón y Gilberto Ramírez Santacruz. Lea una reseña haciendo click acá.

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