2

"Los tipos estaban perdidos, casi con ganas de que terminara pronto ese suplicio chino. Cuando vi esos ademanes tensos, esos rostros ateridos que se miraban unos a otros ya sin esperanza, ya sin ilusión ninguna de poder escapar a su destino trágico, me di cuenta de que lo que venía era un trámite, un asunto concluido."

¿Un relato más sobre el clásico de Avellaneda? No, un fragmento del cuento de Eduardo Sacheri, Esperándolo a Tito, que se debe parecer mucho a lo que sienten los pobres muchachos de la academia cada vez que tienen al Rojo enfrente.

Extraído de la página Los cuentos de la pelota, donde pueden leer el cuento completo.

Publicar un comentario

Anónimo dijo... 10 de octubre de 2009, 10:38 p.m.

Sacheri niega dos veces en la misma frase, que feito ("sin ilusion alguna..." deberia ser, ¿no?).

La Caldera del Diablo dijo... 11 de octubre de 2009, 1:54 a.m.

Es probable que gramaticalmente sea esa la forma correcta de escribirlo, pero el giro lingüístico de negarlo dos veces creo que hace aún más dramática la frase. Al menos funciona en el caso de nuestros primos...
Abrazo

Emiliano