¿Tolo cocinado?

Muchas goleadas, pocas declaraciones pero mucho para decir. Y en medio del silencio, los rumores. Gallego, del "esto tengo que cortarlo de raíz" al silencio de radio.

Cuando Américo Gallego asumió como entrenador se comió su primera goleada ante Lanús, 5 a 1. Luego de ese partido, en furiosas declaraciones, hacía responsable al plantel por la caída, y de su boca se escuchaban cosas como "esto no da para más" ó "mantuve la línea de Pepé y no me contestaron con la misma moneda".

Luego, todo en el vestuario del Grana, fue explícito en su mensaje: "Esto tengo que cortarlo de raíz de entrada porque sino, otro técnico más conmigo no va. Tengo que hacer cambios. Hay que llegarles con algo a estos jugadores. Pasaron muchos entrenadores... si me contrataron a mí es por algo. Nunca pensé que... iba a decir una palabra, pero... A veces les da lo mismo ganar que perder. Esta noche ya no duermo, después veremos. En el vestuario los encontré tranquilos, y yo me estoy muriendo por dentro."

Pues bien, de ese catastrófico debut a este aún más catasrófico presente pasaron poco más de dos meses. Y dos goleadas por marcadores parecidos, 1-5 con la reserva de Estudiantes y 0-5 contra Banfield, el viernes. ¿Seguirá sin dormir Gallego?

Si bien luego de la derrota ante el Taladro nadie del plantel habló con la prensa, la pregunta que flotaba en el aire era qué pasará con el entrenador. No porque fuera a renunciar allí mismo, sino que llama la atención que por su temperamento no esté mascullando algo más que bronca.

"Esto es muy sencillo. El ex presidente Néstor Kirchner les prometió dos televisores LCD a los jugadores de racing si se salvaban del descenso. Yo a ustedes les digo que si salen a jugar el segundo tiempo con la misma actitud, acá van a quedar pocos. Ya limpié a diez y ustedes a mi no me van a cagar más", habría dicho Gallego en el entretiempo, según escribe Adrián Casaccio en su artículo publicado ayer en Clarín. Por supuesto que nada cambió, y para muchos la historia se empezará a escribir de otra manera.

"En este plantel, desgraciadamente, se salvan unos pocos. Hay que cambiar a varios jugadores porque está claro que no sienten la camiseta. Y a Fabián -por Assmann- hay que venderlo ahora mismo porque va a terminar muy desmoralizado. Le pasó en su momento a Oscar -por Ustari-, él logró recuperarse y fue transferido", señala Casaccio en palabras off the record de "una voz con mucha experiencia, que apagó varios incendios futboleros del club" y añade que "a veces es bueno saber rodearse de gente que sepa de fútbol y tomar decisiones consensuadas".

Por ahora, los rumores hablan de que el Tolo sigue sólo pensando en que al comenzar el Apertura y una nueva temporada podrá disponer del equipo a su gusto, colgar a algunos jugadores definitivamente y traer cuatro nombres que le interesen. Pero ¿alcanzará?